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Publicado el : 14/10/2019 11:17:29
Categorías : Albañilería , Construcción
La preocupación por el cuidado del medio ambiente y el ahorro energético está cada día más presente en el ámbito de los hogares. La sostenibilidad se está colando poco a poco en las nuevas construcciones de viviendas y aunque las placas solares siempre han sido la solución más utilizada en España, en los últimos tiempos existe otro sistema que se posiciona como una alternativa muy interesante. Se trata de las tejas solares fotovoltaicas, como una forma novedosa de sumarse a las energías renovables para reducir en la factura de la luz y hacer un uso más responsable de los recursos.
Las placas solares se caracterizan por su alta eficacia y su bajo coste, aunque muchas familias no se decantan por este sistema debido a su particular estética que rompe la imagen del exterior de las casas. No obstante, los avances en este campo han evolucionado para materializar el futuro de la energía solar en las viviendas a través de fórmulas que pasan casi desapercibidas.
El origen de este revolucionario sistema se remonta al año 2009, cuando surgió el proyecto en el ámbito universitario. Lo que en ese momento se consideraba solo una posibilidad de aprovechar la energía del sol a través de tejas fotovoltaicas, en la actualidad es una realidad por la que los particulares sienten un interés creciente. Además, cada vez más fabricantes y marcas se suman a esta tecnología y ofrecen este tipo de tejados con plenas garantías.
Las tejas solares fotovoltaicas son aparentemente iguales que las convencionales, pero presentan la particularidad de que aprovechan la energía solar para ahorrar energía en las actividades cotidianas de una casa. Así, es posible tener agua caliente, encender la calefacción o conectar diferentes aparatos a la electricidad simplemente con el suministro que se obtiene desde el tejado.
Estas tejas incorporan paneles solares en su interior que se denominan celdas o células fotovoltaicas. La instalación para aprovechar la energía solar se dispone debajo del tejado y se conecta con un convertidor. Simplemente abarcando una extensión de 45 metros cuadrados es posible obtener todo el suministro que se necesita en un hogar. En algunos casos se puede colocar una cobertura superior para respetar la estética y proteger el tejado, aunque como contrapartida, hay que tener en cuenta que se reduce en cierto modo la generación de energía.
Es importante destacar que estas tejas solares pueden ser fotovoltaicas, térmicas o híbridas. En el primer caso están destinadas a producir electricidad; en el segundo, hace las veces de gas natural y en el tercer supuesto, se combinan ambos sistemas. De este modo es posible elegir la instalación que mejor se adapte a las necesidades de cada hogar, aunque lo más aconsejable es aprovechar la energía renovable lo máximo posible para todos los usos de una persona o familia en una vivienda.
Uno de los principales puntos que distinguen las placas solares de las tejas solares fotovoltaicas es, sin duda, la menor integración estética en la vivienda en el primer caso. Tanto es así que, con la llegada del segundo sistema, cada vez más inmuebles están apostando por un consumo energético más sostenible.
Otra diferencia importante es el precio. Como hemos comentado en las desventajas de las tejas solares, su coste es notablemente más alto que en el caso de las placas solares. Sin embargo, ambos desembolsos parecen equipararse cuando se trata de una casa de nueva construcción donde no es necesario quitar las tejas antiguas para colocar el nuevo sistema. En este último supuesto, incluso optando por las placas solares, es preciso añadir el coste de mano de obra que exige un trabajo superior.
En cuanto a la eficiencia, está demostrado que, para obtener la misma cantidad de energía, con las placas solares se necesita una extensión menor que en el caso de las tejas solares fotovoltaicas.
En definitiva, tanto un sistema como otro constituyen una opción de futuro factible respecto a la obtención de energía solar. Aunque en nuestro país es todavía una novedad, en otros países de Europa tiende a marcar la norma. Se prevé que, en los próximos años, todas las nuevas construcciones incluyan de serie este tipo de tecnologías para contribuir a un mayor respeto del medio ambiente e influir de forma positiva en el bolsillo de los habitantes.