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Publicado el : 24/05/2021 12:41:06
Categorías : Albañilería , Construcción
Un problema muy común de los baños y las cocinas de las viviendas se localiza en las paredes alicatadas. Con el paso del tiempo es bastante habitual que los azulejos se vayan rompiendo, perdiendo su aspecto inicial o se queden anticuados. Por norma general, siempre que se procede a cambiar la estética de estas superficies, se suele retirar el alicatado antiguo.
Sin embargo, existen otras soluciones para renovar la decoración de estos espacios sin necesidad de realizar ninguna obra. Aunque en muchas ocasiones no se recomienda, lo cierto es que es posible colocar unos azulejos nuevos sobre los antiguos siempre que se prepare adecuadamente la pared.
Otra opción consiste en pintar el alicatado viejo, aunque el resultado que se obtiene no es tan perfecto. Por ello, para conseguir un aspecto renovado sin realizar reformas en las estancias, la mejor alternativa consiste en alicatar encima de otro alicatado utilizando un producto con una gran adherencia. De esta forma no existe ningún peligro de que los azulejos se puedan caer.
La tarea de alicatar encima de otro alicatado es muy similar al proceso que se debe seguir cuando se colocan azulejos en una pared totalmente lisa. En primer lugar, se debe preparar la superficie, después aplicar el producto y, por último, colocar las baldosas.
No obstante, a la hora de pegar un alicatado sobre otro ya existente, es recomendable asegurarse que los azulejos antiguos estén bien fijados a la pared y elegir un cemento cola que ofrezca unas prestaciones superiores. Este tipo de mortero es un adhesivo muy potente que se utiliza para colocar baldosas de cerámica tanto en las paredes como en los suelos.
Una vez que se ha comprado el producto adecuado, solo hay que seguir algunos pasos que no son demasiado complicados: