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Publicado el : 30/04/2021 16:00:19
Categorías : Albañilería , Construcción
Es bastante común que en las paredes de las viviendas aparezcan grietas con mayor o menor frecuencia debido a diferentes motivos. Cuando se advierte una fisura en la superficie y al día siguiente parece que ha desaparecido, lo más probable es que se trate de una grieta dinámica o con movimiento.
Este tipo de aberturas se originan como consecuencia de los movimientos estructurales que se producen en los edificios. En cualquier inmueble, la dilatación y la contracción de los materiales están a la orden del día, aunque en función de la intensidad con la que tengan lugar, las hendiduras serán más o menos acentuadas.
Por norma general, suelen aparecer más frecuentemente en los bordes de las puertas y las ventanas, ya que en estas zonas se ejerce una presión superior al abrir y cerrar de forma continuada. No obstante, es posible que se produzcan en cualquier otra parte de las paredes cuando la causa se debe a un fallo en la construcción, cambios bruscos de temperatura o problemas en la adaptabilidad de los materiales empleados.
Pese a que las grietas dinámicas suelen variar de forma considerable con el paso del tiempo haciéndose cada vez más anchas y más largas, en un principio son fáciles de identificar porque presentan una profundidad considerable. Si no se reparan de manera correcta desde el primer momento, se convierten en un problema que aparecerá una y otra vez.
Para arreglar una grieta dinámica o con movimiento es necesario utilizar una masilla especial que sea lo suficientemente flexible para absorber la presión y los movimientos de la estructura de la vivienda. Eligiendo el producto adecuado se pueden evitar futuros desperfectos, no solo a nivel estético sino también de la arquitectura.
En este sentido, las pastas con fibra son una de las opciones más adecuadas. En comparación con otros tipos, presentan una mayor flexibilidad, lo que impide que no se rompan una vez que se ha reparado la grieta. Además, es recomendable que estén reforzadas con algún componente, como por ejemplo la fibra de vidrio, para aportar una mayor adherencia sobre los materiales de las paredes, ya sea hormigón, madera, cemento, etc.