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Publicado el : 16/10/2020 12:39:38
Categorías : Bricolaje , Hogar
A grandes rasgos, una toma de tierra se suele asociar con la electricidad. Más allá de esta aclaración generalizada, es importante saber qué es exactamente y para qué sirve. Este elemento también recibe el nombre de puesta a tierra y aunque suele ser bastante desconocido, es una parte fundamental de cualquier sistema eléctrico, ya que garantiza la seguridad de las personas y los equipos conectados.
Desde principios de los años 70, la ley obliga a instalar una toma de tierra en todos los edificios de nueva construcción como pieza imprescindible del circuito eléctrico. Gracias a ello, es posible tocar los electrodomésticos, incluso estando descalzos sobre el suelo mojado, sin riesgo de recibir una descarga eléctrica. En el caso contrario, las consecuencias son muy graves, pudiendo causar incluso la muerte.
La toma de tierra se localiza en los enchufes a través de dos patillas metálicas que se sitúan en los laterales y que están conectadas a un cable amarillo y verde. A su vez, estos hilos están unidos a una varilla que se coloca en el suelo del inmueble. De este modo, se conforma un camino por el que pueden discurrir las fugas de corriente y se consigue cerrar el circuito para evitar daños en las personas.
Junto a ello, es preciso que la instalación de la toma pase por el cuadro de protecciones eléctricas. Así, cuando se produce una anomalía tiene lugar lo que comúnmente se conoce como “saltar los plomos”. Esto significa que alguno de los automáticos o la corriente en general se ha desconectado para evitar un problema mayor.
Es necesario realizar una correcta instalación de una toma a tierra porque la circulación de corrientes suele originar diferencias de potencial entre ciertos puntos. Este tipo de problemas, no solo pone en juego la seguridad de los habitantes de una casa, sino que también puede causar daños en la instalación eléctrica.
Con una puesta a tierra, las fugas se trasladan hasta el suelo donde se desvanecen. De la misma forma, las descargas de electricidad causadas por los relámpagos durante una tormenta también viajan hacia el suelo gracias a este elemento.
Además de proteger a las personas y las instalaciones, una toma de tierra también consigue reducir el ruido electromagnético y mejorar la calidad de la señal. Aunque se hable en singular de este elemento, lo cierto es que multitud de aparatos están conectados a la puesta a tierra (antenas de televisión, pararrayos, enchufes eléctricos, calderas, instalaciones de gas, todos los electrodomésticos de una vivienda, etc.).
La conexión de todos estos dispositivos a la tierra es una garantía de que la corriente puede seguir una ruta segura para no provocar daños. La importancia de la toma de tierra es tal que hasta puede llegar a salvar vidas cuando se manipula algún aparato que tiene un cable en mal estado.
Si la corriente alcanza el cuerpo de una persona, esta presenta diferentes lesiones en función de la intensidad. Los daños más habituales son: dificultad de movimientos, agarrotamiento de los músculos, dificultad para respirar, alteraciones cardiacas, pérdida del conocimiento, inicio de electrocución, entre otros.