¿Qué es un certificado de superficie?

Indice de contenidos

• ¿Qué es un certificado de superficie?
• Requisitos de un certificado de superficie
• ¿Cuándo se necesita un certificado de superficie?
• ¿Dónde se consigue un certificado de superficie?

¿Qué es un certificado de superficie?

Uno de los aspectos más importantes a la hora de valorar una vivienda es el número de metros cuadrados. Saber cuánto mide exactamente un inmueble es fundamental, sobre todo a la hora de vender, comprar o alquilar. Por ello, es necesario delegar esta tarea en profesionales que utilicen las técnicas y tecnologías adecuadas.

La medición que realizan los expertos se inscribe en un certificado de superficie, donde también se registra otro tipo de información que resulta de gran utilidad en multitud de trámites relacionados con la casa. Por lo tanto, se trata de un documento técnico oficial que tiene validez legal frente a cualquier organismo o entidad.

Requisitos de un certificado de superficie

En primer lugar, es necesario diferenciar un certificado de superficie de una tasación o una valoración. La tasación hace referencia al valor que tiene un inmueble para un fin concreto. En el supuesto de la valoración, se trata del valor aproximado que tiene una vivienda y que no se determina siguiendo ningún procedimiento, por lo que no tiene validez legal.

Por su parte, el certificado de superficie establece de forma oficial y exacta cuántos metros cuadrados tiene una casa. Es el documento que se expide cuando es preciso legalizar una construcción y aunque no existe ninguna norma genérica que lo regule, según los modelos de algunos colegios profesionales, debe recoger los siguientes datos:

Área útil del inmueble que significa la superficie que ocupan los espacios que pueden utilizar las personas. Por lo tanto, en esta medición no se tienen en cuenta las instalaciones, los tabiques, la estructura, etc.
Área construida que hace referencia a la superficie del perímetro exterior que engloba la vivienda. En este dato se incluyen tanto los espacios útiles como los que forman parte de la casa, pero que no se pueden aprovechar para el uso cotidiano.
Área de los elementos comunes que es la suma de la superficie construida más las zonas de uso común del edificio, como los pasillos, el vestíbulo, las escaleras, los ascensores, las azoteas, etc. En este punto, no se tiene en cuenta el total de metros cuadrados de los espacios de la comunidad, sino que el cálculo se realiza tomando como base un coeficiente de participación del inmueble concreto dentro de estas zonas.
Usos permitidos del inmueble, ya sea residencial, comercial, cultural, industrial, etc.
División o compartimentación de la superficie y de los diferentes usos que pueda tener el inmueble, en su caso.

¿Cuándo se necesita un certificado de superficie?

Existen diferentes situaciones en las que es preciso presentar un certificado de superficie, sobre todo a la hora de realizar trámites administrativos o financieros, de registro, en procesos judiciales, etc. Algunos de los usos más habituales de este documento oficial son:

En diferentes trámites en el Registro de la Propiedad, la Dirección General del Catastro, la sección de urbanismo del ayuntamiento correspondiente, etc.
Para acreditar de forma legal los metros cuadrados de un inmueble en el momento de venderlo o alquilarlo.
Como prueba de la tasación de un inmueble a la hora de solicitar una hipoteca, solicitar la división judicial de una herencia, recibir la indemnización en caso de expropiación forzosa, etc.
Según la envergadura de las obras que se realicen en una vivienda es necesario contar con un certificado de superficie. Este documento es básico para diseñar los planos y realizar las modificaciones precisas.
Para cambiar el uso del inmueble antes de solicitar los permisos específicos.

¿Dónde se consigue un certificado de superficie?

Para obtener un certificado de superficie tan solo hay que elegir un técnico especialista y abonar la cantidad que determine por la tarea de elaborar dicho documento. Es imprescindible que este escrito esté firmado por un profesional, ya sea arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero técnico industrial, ingeniero agrónomo o ingeniero técnico topógrafo, para que tenga validez legal.

El técnico debe acceder al inmueble para realizar las mediciones. Además, también es recomendable entregarle la máxima documentación posible, como por ejemplo las escrituras o los planos, para que pueda elaborar el informe con datos más precisos.

Una vez redactado el certificado de superficie, lo más habitual es remitirlo al colegio profesional para que sea autorizado. En cualquier caso, se trata de un trámite que no conlleva demasiado tiempo, por lo que en un plazo de entre 24 y 48 horas es posible contar con este documento oficial.

Respecto al precio, el presupuesto puede variar de forma considerable según los factores de medición y, sobre todo, en función de las tarifas que establece cada profesional. A grandes rasgos, el coste de este trámite suele oscilar entre 160 y 500 euros.

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