¿Qué es la regla 80/20 en decoración?

Indice de contenidos:

• Mobiliario y elementos básicos
• Decoración complementaria

El momento de decorar una casa resulta realmente estimulante y divertido, aunque por otro lado también puede ser un motivo de estrés y preocupación. El mundo de la decoración es tan amplio que las ideas y tendencias no se acaban nunca, por lo que establecer unas prioridades claras en cuanto al estilo no es una tarea fácil entre quienes tienen ciertas dificultades a la hora de decidir este tipo de cuestiones.

Aunque no es muy conocido, existe un principio muy útil en este sector que muchos decoradores e interioristas suelen poner en práctica con bastante frecuencia. Se trata de la regla 80/20 que se basa en el Principio de Pareto y que aplicado a la decoración consiste en invertir el mayor porcentaje de dinero en aquellos objetos que sean duraderos y atemporales para rentabilizar la inversión y el 20% restante en los elementos decorativos de menor importancia que estén más condicionados por las modas y que se puedan reemplazar fácilmente.

Además de aplicar la regla 80/20 en el gasto, otros profesionales también la utilizan para establecer el estilo de las viviendas. Así, el 80% del conjunto debería seguir una misma línea y aprovechar el 20% para romper las reglas e introducir objetos, colores, formas, etc., que se salgan de la norma.

Mobiliario y elementos básicos

Teniendo en cuenta lo anterior, dentro del 80% se puede incluir el mobiliario y los objetos más importantes que conforman un hogar. Entre ellos se encuentran las puertas, los suelos, el sofá, los muebles del salón, la cama, la cocina o el baño. Amueblar y decorar una casa requiere una gran inversión, por lo que es obvio que la mayor parte del presupuesto debe destinarse a estos puntos.

No solo es fundamental elegir materiales y acabados de calidad para resistir estoicamente el paso de los años y el uso continuo, sino que también es importante decantarse por estilos y colores básicos de los que sea más difícil cansarse. Junto a ello, también hay que tener en cuenta que este 80% constituye la base de las actividades diarias, por lo que es fundamental que los elementos sean cómodos y prácticos.

Respecto al mobiliario, una de las decisiones más acertadas consiste en invertir en materiales resistentes que duren toda la vida. Eligiendo un estilo clásico y atemporal es más sencillo aportar toques diferentes con complementos que se pueden renovar cada cierto tiempo. Esto aplica sobre todo al salón y las habitaciones, donde la cama, el sofá, los armarios y los muebles son la base y alrededor de ellos se combinan otros estilos más llamativos.

Además de lo que hemos comentado, el baño y la cocina deben ser una prioridad en la regla 80/20. Tanto en un espacio como en otro, la clave para conseguir que se mantengan intactos a pesar del uso y el desgaste durante más tiempo consiste en elegir materiales duraderos desde el primer momento. La encimera, por ejemplo, es aconsejable que sea de mármol o granito y que tenga un color neutro que permita elegir el resto de elementos textiles o de menaje con un diseño más particular. Del mismo modo, es interesante que el baño sea lo más práctico posible, aunque sin perder resistencia.

Respecto a las ventanas y puertas, no hay que olvidar que su importancia va más allá de la estética dentro del conjunto. El papel que cumplen en un hogar es esencial para proteger el interior y aislar la vivienda tanto del calor como del frío. Por lo tanto, conviene no escatimar en la inversión de las mismas para que sean de excelente calidad y contribuyan a un mayor confort en casa.

Decoración complementaria

El 20% que resta en esta regla se puede utilizar para dejar volar la imaginación y elegir todos aquellos elementos que respondan a las últimas tendencias. Este pequeño porcentaje en la decoración está destinado a elegir los diseños más arriesgados y actuales, que por norma general suelen tener un precio más bajo que los elementos que constituyen la base de una vivienda.

Dentro de este apartado se encuentran los textiles, ya sean cojines, alfombras, fundas para el sofá, sábanas, nórdicos, toallas, etc. Por su parte, también se puede dar rienda suelta a la creatividad a la hora de elegir las lámparas, los cuadros, otros artículos decorativos e incluso el color de las paredes, ya sea pintura, adhesivo o papel pintado.

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