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Publicado el : 22/02/2022 17:14:38
Categorías : Decoración
En multitud de ocasiones no se suele reparar en diferentes piezas que forman parte de la configuración de un espacio. Sin embargo, la mayoría cumplen una función muy importante para que todo quede perfectamente integrado. Es el caso, por ejemplo, del copete de la encimera que permite que los distintos componentes estén incorporados de manera uniforme para conseguir un acabado perfecto.
Aunque se trata de un elemento pequeño que tiende a pasar casi desapercibido, es importante conocer el papel que desempeña, tanto a nivel funcional como de diseño. No hay que olvidar que en la reforma de una cocina o en la construcción de una nueva, todos los detalles son fundamentales.
El copete, también conocido como zócalo, remate o perfil, es una pieza que se coloca en la parte superior de la encimera, pegando con la pared. Se utiliza para rematar la superficie sobre la que se trabaja, ya que es bastante complicado que la misma quede perfectamente ajustada a la pared o los muebles de la cocina.
Dado que en la conformación de estas zonas suelen quedar huecos vacíos debido a la unión de distintos materiales, si son demasiado grandes no se pueden solucionar con silicona. En estos casos, entran en juego estos elementos como si se tratase de unos embellecedores que se encargan de ocultar las posibles imperfecciones.
El copete es un elemento sumamente útil por los siguientes motivos:
Esta pieza sirve como barrera para evitar que el agua que se acumula en los azulejos de la pared por condensación dañe la encimera.
Previene que la suciedad se cuele por los huecos vacíos que quedan entre la base y la pared.
A nivel estético, sirve para rematar el conjunto de la encimera y camuflar las irregularidades de los materiales.
Aunque los copetes cumplen una función muy práctica y funcional en las cocinas, no siempre es preciso recurrir a esta solución. Existen algunos modelos de encimeras cuyo diseño permite que se puedan encastrar totalmente a la pared. En algunos casos, el alicatado se realiza después para que finalice sobre el borde de la superficie y conseguir un resultado impecable.
En estos supuestos se puede prescindir de esta pieza que ocupa todo el largo de la encimera. No obstante, esta opción no excluye la necesidad de tener que añadir silicona o una masilla especial en la unión entre las distintas partes para evitar que se filtre el agua.
En el mercado es posible encontrar una amplia variedad de copetes con distintos materiales y formas. A la hora de decantarse por un tipo en cuestión es importante tener en cuenta que la mejor opción es elegir esta pieza del mismo material que la encimera para conseguir un acabado homogéneo.
Copete metálico: según la estética que tenga la cocina, estos modelos pueden destacar demasiado, aunque si se trata de un estilo moderno, es posible que no llame mucho la atención. En cualquier caso, es uno de los modelos más duraderos.
Copete de PVC: dado que este material es sumamente eficiente, resulta una alternativa idónea para cubrir el espacio que queda entre la encimera y la pared. Además, estos elementos de PVC están disponibles en un sinfín de diseños y tonalidades.
Copete de madera: este tipo se utiliza siempre que la encimera sea del mismo material. Aunque existen diferencias en cuanto a la resistencia en función de la tipología de la madera, no resulta la mejor opción para soportar la humedad y las tareas que se suelen realizar en la cocina.
Copete de piedra: a diferencia del caso anterior, la piedra es altamente resistente, ya que destaca por su dureza y durabilidad. Este tipo de copetes pueden aguantar perfectamente la condensación, la abrasión, los golpes o las ralladuras.