Ningún producto
Los precios se muestran con impuestos incluidos
Publicado el : 12/08/2015 10:25:05
Categorías : Bricolaje , Trucos de bricolaje
Estrenar un coche nuevo es uno de esos momentos de la vida en los que te embarga un cúmulo de sensaciones positivas que, sin embargo, se esfuman rápidamente con el primer rayón al meter el coche en nuestro garaje.
Para posponer este delicado momento os aconsejo la instalación de protectores de aparcamiento en aquellas zonas críticas donde cualquier golpe involuntario puede dañar vuestro recién estrenado coche.
Cuando adquirimos un coche nuevo tendemos a poner especial atención en el más mínimo detalle con el objetivo de mantener nuestro vehículo en óptimas condiciones durante el mayor tiempo posible. Sin embargo, una vez pasada la euforia inicial que nos produce conducir coche nuevo, son muy pocos los propietarios que tienen el orgullo de decir que sus vehículos están libres de rayones, golpes o arañazos en defensas, puertas y aletas.
En muchas ocasiones, la seguridad que nos da haber aparcado en nuestro garaje miles de veces nos lleva a pecar de exceso de confianza y a no poner la suficiente atención durante el aparcamiento. Es entonces cuando oímos ese sonido tan familiar para algunos conductores y nos damos cuenta de que le hemos metido un pedazo rasguño al coche contra una pared o pilar de hormigón de sobra conocidos en nuestro garaje. Bajamos del coche conteniendo la respiración y rezando para que no haya sido nada pero ya es demasiado tarde… ahí está el rayón que te va a salir por un ojo de la cara.
Antes de vernos en semejante situación: tirados de rodillas en el garaje, con las manos en la cabeza, boquiabiertos y guiñando los ojos intentando autoconvencernos de que ese rayón “casi ni se ve”, sería conveniente poner los medios de protección adecuados para evitar llegar a ese punto.
Por lo general los protectores para paredes y pilares de aparcamientos ya disponen de una cara adhesiva para que queden perfectamente pegados sobre superficies lisas. Si bien es cierto que las paredes de garajes y parkings son de hormigón, en el caso concreto de los parkings comunitarios dichas paredes suelen estar bastante sucias. Este es uno de los principales motivos por los que, en muchas ocasiones, el protector no se adhiere correctamente a la superficie y termina despegándose tarde o temprano. En este caso lo más aconsejable es volver a fijarlos a la pared o a las columnas aplicando previamente un adhesivo sellador polímero o una masilla de poliuretano. Para esta actividad necesitaremos:
Un pequeño gasto para el conductor que seguramente terminará convirtiéndose en un gran ahorro al evitar tener que visitar el taller de chapa y pintura.
A simple vista uno puede darse cuenta de que las zonas más sensibles de un coche durante la maniobra de aparcamiento son la defensa trasera, las aletas y las puertas… ¿verdad? Pues te equivocas de pleno ya que uno de los puntos más frágiles de un vehículo son los espejos retrovisores que pueden verse golpeados contra un pilar mientras movemos el coche marcha atrás. También puede ocurrir que si aparcamos nuestro coche contra una pared lateral corramos el riesgo de golpear la puerta al abrirla para salir del vehículo. Este punto es complicado porque dependiendo de si aparcamos el coche más adelante o más atrás el vértice de la puerta puede no llegar a tocar el protector instalado. Para estos casos existen unos protectores especiales de grandes dimensiones con los que se consigue disminuir el riesgo de dañar las puertas.
Para tomar la medida de las zonas del coche con riesgo de sufrir arañazos nos ayudaremos de un flexómetro o, dicho de otra manera, lo que viene siendo la cinta métrica de toda la vida, vamos. Si no disponemos de este utensilio de medición siempre podemos aproximar el coche hacia la zona a proteger.
Su instalación no puede ser más sencilla. Basta con limpiar de polvo la superficie a tratar y retirar la película que cubre la cara adhesiva del protector.A continuación presionaremos fuertemente y fijaremos los bordes del protector a la pared con cinta de embalaje, evitando así que puedan despegarse mientras se seca el adhesivo. Si tenemos alguna duda sobre la durabilidad del pegamento que lleva el protector procederemos a la aplicación de unos cordones de adhesivo sellador con nuestra pistola de silicona.
La instalación de protectores de aparcamiento nos ayudará a evitar o, en su caso, a minimizar al máximo los daños que se pueden producir al impactar de forma involuntaria contra las paredes y pilares mientras aparcamos nuestro coche. Su coste es muy asequible por lo que la inversión de unos pocos euros nos evitará tener que realizar un desembolso como mínimo de cien euros, que es lo que costaría pintar cada paño de nuestro coche. ¿No es para pensárselo?