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Llega el verano, las temperaturas empiezan a subir y el calor es cada vez más sofocante. Para sobrellevar esta situación, el aparato de aire acondicionado está funcionando casi todo el día para conseguir un ambiente más agradable. Sin embargo, de forma repentina es posible que se empiece a notar un olor desagradable en las habitaciones donde hay instalado un sistema de climatización.
Si no hay malos olores en la estancia, como por ejemplo de tabaco o humedades, lo más probable es que el aire acondicionado huela mal por diferentes motivos. Para estar seguros de ello, se puede hacer la prueba de apagar el aparato durante un periodo de tiempo continuado y al volver a encenderlo, prestar atención a si se produce un olor extraño.
Aunque resulte sorprendente, este problema es bastante habitual en muchos hogares. En definitiva, el aire acondicionado funciona recogiendo el aire de la habitación, enfriándolo a través de unos tubos y volviendo a expulsarlo al espacio. Cuando surgen malos olores, se tiende a pensar que el aparato está dañado, pero conviene ir más allá para saber cuáles pueden ser las causas.
Motivos que provocan mal olor en el aire acondicionado
- Teniendo en cuenta el funcionamiento de un aire acondicionado convencional, el mal olor se puede originar como consecuencia de que el aire de la estancia ya esté viciado y al pasar por el sistema interno, se agrave aún más la sensación.
- Una de las causas más comunes es un mantenimiento insuficiente del aparato que provoca un deterioro en la calidad del aire que se expulsa. Es necesario limpiar los filtros al menos una vez al año, ya que se tienden a ensuciar fácilmente por la acumulación de partículas que lleva el aire. Además de oler mal, esta circunstancia incrementa notablemente el consumo de energía.
- Cuando huele de forma extraña en una habitación con aire acondicionado también puede deberse a que el ambiente tenga un alto nivel de humedad. Por ello es tan importante ventilar toda la vivienda en cualquier época del año.
- Al igual que en los filtros, el origen del mal olor puede encontrarse en la zona del intercambiador de frío o en el ventilador interior. La suciedad es capaz de llegar a cualquier componente y si se une a la humedad, la proliferación de hongos y bacterias se puede producir rápidamente.
- Es probable que el desagüe por donde se expulsa el agua que se produce por la condensación aspire olores de otros drenajes que pasan a la habitación creando un ambiente desagradable. Por otro lado, si este conducto no cuenta con la pendiente adecuada, el agua se irá acumulando generando un aroma de descomposición.
- Con menos frecuencia, la causa se encuentra en el olor innato que tienen muchos plásticos y gomas que se utilizan en el proceso de fabricación del sistema, aunque también puede deberse a ello.
- Puede parecer impensable, pero una inadecuada instalación del aire acondicionado puede ser el origen de los malos olores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el aparato no cuenta con ningún componente químico que genere el tufo, sino que las causas son distintos factores que se localizan en la propia máquina.
- Si se utilizan ambientadores en la habitación, el agradable aroma que se desprende se convierte en casi insoportable cuando se enciende el aparato de climatización. Después de que el aire pase una y otra vez por el mecanismo interno, la masa que se devuelve a la estancia no tiene nada que ver con la fragancia inicial.
Además de limpiar los filtros con agua y lejía o jabón, existen multitud de remedios que prometen terminar con los malos olores de un aire acondicionado. No obstante, dado que se trata de un sistema bastante delicado, lo más aconsejable es contactar con la empresa instaladora para que analice la situación y valore cuáles son las soluciones más eficaces sin dañar el aparato.