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¿Siempre has querido tener una huerta pero nunca ha sido posible? Si tienes algo de espacio en el balcón o la terraza de tu casa, no dejes pasar la oportunidad de crear un huerto urbano para cultivar las plantaciones que más te gusten. Ya verás como la satisfacción de ver crecer las distintas variedades es algo que no tiene precio.
Podríamos decir que un huerto urbano es un terreno dentro de una ciudad o una zona en una vivienda donde se pueden plantar verduras, frutas e incluso especias. Aunque su espacio es reducido, con muy poco esfuerzo es posible disfrutar de productos de primera calidad de la tierra directamente a la cocina. El hecho de vivir en una urbe no significa tener que renunciar al ocio verde y ecológico.
Beneficios de tener un huerto urbano
Sin duda, un huerto urbano en casa o en un terreno cercano se traduce en múltiples ventajas. Por un lado, es necesario destacar el aspecto económico, ya que cultivar por nuestra cuenta los vegetales que incluimos normalmente en la dieta supone un ahorro considerable. Además, nos aseguramos que los alimentos que hemos plantado son totalmente orgánicos y libres de pesticidas u otros residuos. Respecto al sabor de las verduras u hortalizas obtenidas de este modo es obvio que es mucho más intenso y exquisito que en el caso de que hubieran pasado por diversos procesos.
Los beneficios también se pueden encontrar a nivel anímico. Al igual que cualquier otro hobby, la jardinería tiene efectos relajantes en las personas y ayuda a dejar a un lado las preocupaciones durante el tiempo que se procuran los cuidados necesarios a las plantas.
¿Por dónde empezar con un huerto urbano?
Para adentrarse en el mundo de las plantaciones urbanas, es importante considerar algunos puntos:
- Para crear un huerto de estas características no es necesario disponer de mucho espacio. Simplemente se necesita emplazar los maceteros en un sitio concreto, ya sea en el balcón, en una terraza o en el alféizar de una ventana.
- Uno de los aspectos fundamentales que se deben considerar para planificar un huerto urbano es la luz. Para conseguir excelentes resultados de los cultivos, los recipientes se deben colocar orientados hacia el sur y procurar que no se proyecte sombra sobre ellos. Es imprescindible que las plantaciones reciban los rayos del sol durante 6 horas al día aproximadamente, sobre todo cuando se trata de vegetales.
- En caso de establecer el huerto en una vivienda en lugar de hacerlo en la tierra de un solar, se debe prestar más atención al riego, ya que el sembrado tiene menos posibilidades de acceder al agua que en el otro caso se encuentra en el subsuelo. Lo más recomendable es agrupar las variedades que tengan una necesidad de riego similar para ahorrar tiempo y esfuerzo.
- Aprovechando que de esta forma es posible controlar todo el proceso de cultivo, es aconsejable no utilizar ningún producto químico para acelerar el crecimiento. Se pueden conseguir productos de buena calidad respetando la fase natural, aunque el tiempo sea superior.
- Respecto a los recipientes, una alternativa idónea son las mesas de cultivo, aunque si no cuentas con el espacio suficiente, también puedes optar por jardineras o macetas con una profundidad adecuada.
- A grandes rasgos, la mejor época para plantar en el huerto urbano es el inicio de la primavera, aunque puede variar según la variedad.
¿Qué se puede cultivar en un huerto en casa?
- Tomates: no es posible imaginar una huerta sin una tomatera, por lo que en casa también debe estar presente. Tan solo es necesario elegir una variedad compacta que se ajuste al cultivo reducido para evitar los problemas de espacio que suelen aparecer cuando esta planta va creciendo.
- Rábanos: no es un cultivo que demande demasiados requerimientos, sino tan solo prestar atención a que la humedad sea continuada. La siembra se puede realizar durante casi todos los meses del año, excepto en enero y diciembre, para obtener este alimento en cualquier fecha.
- Lechugas: este vegetal necesita más cuidados durante el tiempo que desarrolla el cogollo, aunque si procedemos a cortar sus hojas para permitir que vaya creciendo, siempre se puede tener a mano este alimento. Conviene hacer la plantación desde enero a noviembre.
- Berenjenas: esta hortaliza necesita un riego abundante y regular para crecer, así como aplicar algo de abono durante la fase de sus primeros frutos. Lo más aconsejable es efectuar la siembra durante los meses que transcurren entre enero y mayo, ambos incluidos.
- Calabacines: si se elige esta variedad como una más del huerto urbano es importante plantarla en un lugar separado, ya que conforme va creciendo, tiende a ocupar todo el espacio e impide que otros vegetales se desarrollen de forma correcta. Lo mejor es elegir una maceta grande únicamente para los calabacines.
- Rúcula: este tipo de verdura de hoja aporta un sabor inconfundible a los platos. Para que crezca sin ningún contratiempo en un huerto doméstico es necesario, sobre todo, que la temperatura sea suave. La mejor época para la siembra es desde principio de la primavera hasta que comienza el otoño.
- Canónigos: al igual que en el caso anterior, este vegetal también necesita una temperatura agradable para crecer. Asimismo, es fundamental que el recipiente esté siempre bien regado y realizar la plantación a finales de verano.
- Zanahorias: lo mejor para esta hortaliza es mantener una humedad constante para evitar que la piel se ponga dura y aparezcan grietas en la raíz. Entre febrero y septiembre se pueden plantar sus semillas para disfrutar de la cosecha durante todo el año.
- Pimientos: es una de las variedades que necesita un riego más abundante. En cuanto a los nutrientes precisos para su correcto desarrollo, el potasio es imprescindible. Los meses idóneos para su siembra son febrero, marzo, abril y mayo, y desde junio ya se pueden incorporar a la cocina hasta que llega final de año.
- Espinacas: este tipo de verdura es una de las más agradecidas que se puede tener en un huerto urbano. Las demandas de riego no son demasiado exigentes, ya que simplemente basta con añadir una pequeña cantidad de agua con cierta frecuencia. La plantación se puede efectuar en dos intervalos al año, uno de febrero a mayo y otro a finales de verano.
- Ajos: es uno de los alimentos estrella de la dieta mediterránea y por ello, no puede faltar en el huerto de cualquier vivienda. En su cuidado, el ajo apenas necesita agua para crecer, pudiendo desarrollarse incluso en un ambiente seco. Los meses perfectos para plantarlo son enero, febrero, noviembre y diciembre cuando las temperaturas son más bajas.
- Pepinos: si tienes la posibilidad de instalar un sistema de riego más profesional en tu huerto urbano, lo más indicado para los pepinos es el agua por goteo. Es fundamental que la siembra tenga lugar entre marzo y mayo para recoger los frutos a partir de junio y disfrutar del sabor de este vegetal durante la época estival.
- Cebolla: se trata de uno de los productos que más se utilizan en cualquier cocina, por lo que cultivar cebollas en casa es todo un lujo. Después de haber realizado la plantación entre enero y marzo o entre agosto y noviembre, no es necesario regar demasiado, aunque sí de forma regular.
- Habas: en caso de contar con el tiempo y el espacio suficientes, las habas es otra plantación que se puede incluir para completar el surtido de alimentos ecológicos. Es preciso procurar un riego constante y sin excesos de agua. Respecto a las fechas, esta variedad es algo más exigente, ya que la siembra se tiene que realizar en septiembre y octubre y hasta febrero no se podrán recoger las primeras.
- Fresas: aunque no lo creas, es posible cultivar una de las frutas más exquisitas en casa para disfrutar de ella durante cualquier mes del año. El riego debe ser periódico para mantener siempre la planta con humedad.
Estos son algunos de los cultivos más fáciles y productivos que se pueden tener para un uso doméstico. ¿Te animas a crear tu propio huerto urbano y disfrutar de los frutos de la tierra de forma directa?