Ningún producto
Los precios se muestran con impuestos incluidos
Publicado el : 19/01/2021 09:16:45
Categorías : Calefaccion , Construcción
En gran parte de las viviendas, los radiadores de gas natural son un elemento habitual e imprescindible para transmitir calor en las distintas estancias. Su funcionamiento es muy sencillo y, por norma general, no es necesario procurar un mantenimiento demasiado complicado. Sin embargo, es importante conocer todas las partes que componen este artefacto.
Una de las piezas que pasa más desapercibida y que muchos usuarios desconocen es el detentor. Aunque los sistemas de calefacción antiguos no suelen incluir este componente, lo cierto es que juega un papel fundamental en la correcta marcha de todo el conjunto, sobre todo para mantener la temperatura seleccionada en cada habitación.
Un detentor es una llave o válvula que está situada en la parte inferior del radiador y que permite regular el flujo de agua que entra y sale del mismo. Gracias a este componente es posible equilibrar la instalación de la calefacción, de tal modo que cada estancia puede tener un nivel de confort adecuado sin importar la distancia a la que se encuentre de la caldera.
Para ello, lo que se suele hacer es mantener más cerrada esta llave en los radiadores que se encuentran más próximos a la fuente de calor. Por su parte, los que están ubicados más lejos, deben tener esta válvula más abierta para que el agua llegue del mismo modo a todos y calienten de forma homogénea.
Además, esta pieza también resulta muy útil cuando se realizan tareas de mantenimiento del sistema. De esta manera, se puede cortar la circulación de agua en un radiador concreto durante el tiempo que sea preciso, sin necesidad de vaciar todo el circuito.
Asimismo, en caso de avería en la que sea preciso desmontar todo el radiador, se puede hacer sin temor a que el resto de calefactores dejen de funcionar. Para ello es necesario cerrar por completo el detentor y la llave de paso, de tal modo que se consiga desconectar por completo el funcionamiento del radiador que se debe reparar.
Como hemos comentado, no es habitual que los sistemas de calefacción antiguos incorporen esta pieza. La consecuencia más directa si un radiador no tiene detentor está relacionada con el nivel de confort que se puede disfrutar en las distintas estancias. Lo más normal es que existan notables diferencias de temperatura entre unos espacios y otros, según la ubicación que tengan respecto a la caldera.
Junto a ello, se pueden destacar otros problemas cuando ningún radiador incluye detentor:
A grandes rasgos, no existe un patrón que establezca que sea mejor tener el detentor abierto o cerrado. La posición de esta válvula dependerá de la distribución de cada casa, siendo la más óptima aquella que garantice un calentamiento homogéneo de todos los radiadores. Por lo tanto, es aconsejable regular la salida de flujo de agua a través de esta llave.
En cualquier caso, es conveniente confiar siempre en un profesional para realizar la regulación del detentor de la calefacción. Si no se cuentan con los conocimientos técnicos básicos, se pueden ocasionar diferentes problemas al manipular esta válvula. No hay que olvidar que cuando todos los detentores están regulados de forma correcta, el sistema funciona de una manera más eficiente.