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Publicado el : 16/03/2022 13:10:03
Categorías : Bricolaje , Trucos de bricolaje
Aunque pueda parecer un trabajo sencillo, lo cierto es que pintar una pared sin contar con una experiencia básica puede derivar en la aparición de algunos problemas. Por norma general, la causa suele ser la utilización de productos que no cumplen con todos los requisitos de calidad, una incorrecta aplicación de la pintura o si la superficie no se encuentra en buen estado.
Para evitar que el resultado se aleje demasiado de lo esperado, es importante conocer los principales contratiempos que pueden surgir mientras se realiza esta tarea o posteriormente:
Suele ser una de las situaciones que más se repiten cuando la pintura está demasiado líquida. Aunque en ocasiones tiende a ser necesario mezclarla con agua si no está lista para aplicar, es importante calcular la cantidad de forma adecuada siguiendo las instrucciones del fabricante. Es preferible empezar añadiendo poco a poco hasta conseguir la consistencia correcta.
En ocasiones, puede ocurrir que la pintura no cubra lo suficientemente la superficie, por lo que las posibles manchas que estaban en la pared vuelven a aparecer cuando se seca. En estos casos, es recomendable tratar la zona previamente para eliminar los restos de moho, grasa, óxido, etc., en lugar de añadir nuevas capas.
Si la pintura que se ha aplicado comienza a resquebrajarse una vez que la pared se ha secado puede deberse a una mala adherencia del producto a la superficie. Al igual que en el supuesto anterior, es necesario despejar el área afectada y preparar la base para volver a pintar, ya que posiblemente la aparición de este problema se deba a alguna sustancia que impide una correcta fijación.
Para garantizar que no se vuelva a repetir este inconveniente es recomendable dar una capa de imprimación, lo que asegura un buen agarre después de haber limpiado y tratado la zona. Antes de volver a pintar es muy importante asegurarse de que se ha secado por completo.
Otro de los problemas más habituales al pintar paredes suele ser la formación de burbujas cuando se pasa el rodillo o la brocha. En este caso, es preferible utilizar alguna de estas herramientas con pelo corto, sobre todo si se trata de superficies lisas. También se recomienda no mover demasiado el bote de pintura antes de empezar a trabajar para evitar la entrada de aire.
Este contratiempo se debe a la presencia de humedad en la pared, lo que ocasiona que la pintura se ampolle o se suelte de la superficie. Debe tenerse en cuenta que este tipo de imperfecciones pueden aparecer incluso cuando el nivel de condensación no es demasiado elevado o no afecta a toda la estructura del muro.
Si al pasar el rodillo o la brocha por la superficie quedan marcas de estos utensilios, probablemente el motivo sea que no se han cargado bien de pintura. También, según el tipo de producto que se utilice, la pared tiende a secarse con total rapidez, por lo que es necesario terminar el trabajo cuanto antes. En este sentido, es importante pintar todo el conjunto de una vez en lugar de hacerlo por zonas y repasando las áreas que ya están cubiertas.
En cualquier caso, siempre se deben elegir herramientas y productos de calidad para cambiar el color de la estancia que se trate. Igualmente, se deben mantener los utensilios en buenas condiciones hasta la próxima ocasión.