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Publicado el : 14/03/2018 13:44:32
Categorías : Bricolaje , Herramientas de bricolaje
Las personas que no están muy familiarizadas con las tareas de bricolaje o carpintería pueden llegar a confundir herramientas parecidas, como es el caso del martillo y el mazo. Aunque de manera general los dos se utilizan para clavar o separar una pieza, cada uno tiene una serie de características determinadas que marcan la diferencia en cuanto a sus usos específicos.
Aunque existen muchos tipos de martillos y mazos, podría decirse que en las cajas de herramientas siempre se guarda uno de cualquier tipo, ya que se trata de unos utensilios tremendamente útiles para muchos trabajos de construcción o reparación.
Toda la parte del martillo que se emplea para trabajar está fabricada de acero y el mango suele ser de madera o goma. Estos materiales permiten que esta herramienta se pueda utilizar en diferentes ámbitos, incluso en las expediciones geológicas para separar rocas.
A diferencia de los martillos, los mazos cuentan con una cabeza plana fabricada a base de algún material blando, como pueden ser la madera, la goma o el caucho. Aunque a grandes rasgos tienen una forma similar, el mazo tiene un tamaño y peso superiores. En cuanto a la empuñadura, en el caso del martillo es fina y alargada, y en el mazo casi siempre es más corta, aunque dependerá del estilo.
Los mazos constituyen un utensilio básico de los trabajos de construcción y albañilería, fundamentalmente para golpear cinceles o echar abajo una cimentación. Esta herramienta también es muy utilizada por los carpinteros para tallar la madera o construir muebles.
Dependiendo del material sobre el que estén fabricados, los mazos pueden tener diferentes usos. Los mazos de madera son utilizados por los carpinteros para construir muebles. Los mazos de carne están hechos de madera y metal y tienen una superficie irregular en la cabeza que se utiliza para suavizar la carne. Los mazos de peso muerto se utilizan para romper materiales como cemento y metal, y presentan cabezas planas hechas de acero. Los mazos de goma cuentan con una gran fuerza y resistencia sin dañar en exceso los materiales sobre los que se golpea, con la ventaja de tener un peso menor que otros tipos de mazos.
Cuando ya se conocen los distintos usos de ambas herramientas y procedemos a utilizarlas, el primer objetivo que debemos marcarnos es realizar un trabajo sin riesgos. Para ello conviene seguir algunas recomendaciones:
Sea cual sea la herramienta que vayas a utilizar, recuerda siempre que tenga las dimensiones y peso adecuados para la tarea que vayas a realizar. Para conseguir que estas herramientas sean duraderas y seguras es necesario un sencillo mantenimiento, basado en una limpieza de las piezas metálicas después de cada uso además de revisar el mango independientemente del material en el que esté fabricado. Una última recomendación para un uso seguro de un martillo o mazo es el uso de ropa de seguridad como pueden ser guantes o gafas protectoras, evitando que suframos algún daño especialmente en nuestras manos y dedos, que acaban siendo la parte de nuestro cuerpo más expuesta al peligro.