Limpieza y mantenimiento de las persianas

Publicado el : 06/11/2020 11:18:12
Categorías : Bricolaje , Reparaciones domésticas

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Limpieza y mantenimiento de las persianas

Las persianas son uno de los elementos presentes en cualquier inmueble que más sufre las inclemencias del tiempo. Además de la incidencia del sol, el viento o la lluvia, este complemento de las ventanas, los balcones y las terrazas suele acumular una gran cantidad de polvo.

Dadas estas circunstancias, su limpieza debería ser una prioridad al igual que el conjunto de la vivienda. Sin embargo, no se hace con demasiada regularidad por las dificultades que implica su puesta a punto, sobre todo cuando no se puede acceder a la parte exterior por la altura a la que se encuentran.

A pesar de ello, es recomendable acicalar las persianas al menos una vez al mes, así como tenerlas en cuenta cuando se realiza una limpieza en profundidad de la casa. Es importante saber que la suciedad de este elemento representa una imagen de descuido y abandono, aunque el interior del inmueble se encuentre en perfecto estado. Además, la acumulación de polvo y otros residuos puede incidir de forma negativa en su funcionamiento.

¿Cómo limpiar la parte exterior de una persiana?

Cuando la persiana está colocada en una terraza, balcón o ventanal con cierta altura, el trabajo de limpieza resulta muy peligroso. En esta tarea, lo principal es garantizar la seguridad para evitar riesgos innecesarios.

En función del nivel de suciedad existente, se deben utilizar unos productos concretos según se trate de realizar un saneamiento en profundidad u otro más superficial. En el mercado es posible encontrar líquidos específicos para este objetivo, aunque es preciso asegurarse de que no sean abrasivos para no dañar el material de la persiana. También se puede usar agua mezclada con jabón neutro o un aparato limpiador a vapor.

Los pasos que se deben seguir son:

  • Las persianas suelen estar enrolladas dentro de un tambor, el cual está sujeto con unos tornillos. Por lo tanto, el primer paso consiste en desarmar esta caja.
  • Cuando se ha extraído la tapadera del tambor, se debe aprovechar este momento para limpiar el interior. La solución más rápida y eficaz consiste en pasar un aspirador para absorber toda la suciedad.
  • Con el producto limpiador preparado, se va bajando poco a poco la persiana para ir limpiando cada tramo. Dado que de este modo se puede acceder fácilmente a la parte exterior, es importante aprovechar para dejar impolutas todas las lamas, secándolas después para que no queden restos de humedad cuando se vuelvan a enrollar.
  • Cuando se ha terminado de limpiar la persiana, es recomendable repasar las guías por las que discurre este accesorio.
  • Por último, se vuelve a colocar el tambor en su posición original y se comprueba que la persiana sube y baja sin ningún problema.

¿Cómo limpiar la parte interior de una persiana?

Esta parte del proceso es mucho más sencilla, sobre todo cuando se ha retirado toda la suciedad de la cara exterior de la persiana. En este caso, únicamente se debe realizar lo siguiente:

  • En primer lugar, es necesario desenrollar la persiana por completo para realizar la limpieza de una forma más cómoda.
  • Es recomendable eliminar el polvo antes de utilizar algún producto. Esta tarea se debe realizar siempre desde arriba hacia abajo para no ensuciar las zonas que se vayan limpiando.
  • El siguiente paso consiste en pasar una bayeta humedecida en agua con jabón u otro líquido por todos los tramos horizontales. En este caso también se debe comenzar por la parte superior y finalizar por la parte más baja.

Consejos de mantenimiento de las persianas

  • Es recomendable usar un producto específico para cada tipo de persiana, según esté fabricada con madera, PVC o metal. En el primer caso, es importante que la opción elegida incluya cera entre sus componentes, así como evitar el empleo de agua para que las lamas no se estropeen. El material de PVC se limpia perfectamente con agua templada y jabón líquido para lavar los platos. Por último, en el metal se puede aplicar alcohol de forma directa sin miedo a que se oxide o presente algún desperfecto.
  • Al igual que es necesario realizar una limpieza en profundidad de las persianas, es preciso revisar los topes cada cierto tiempo para sustituir los que estén demasiado viejos.
  • Las guías son una parte de las persianas indispensables, por lo que se debe añadir aceite de forma periódica para engrasarlas y conseguir que la apertura y el cierre se realice sin ningún problema.
  • La cinta de la persiana es otro componente que se estropea con el paso del tiempo y el uso continuado. Si está muy deteriorada o rota por algunos extremos, es preciso sustituirla para que no llegue a entorpecer el movimiento de la persiana.

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