Índice de contenidos
La importancia del pH para las plantas
El significado de pH es potencial de hidrógeno, una medida que se utiliza para determinar la cantidad de iones que contiene la tierra de un suelo. En este análisis, se establece una escala de 0 a 14, por lo que el valor 7 se considera neutro. Por debajo de esta cifra, se dice que el terreno es ácido y por encima, alcalino.
Esto se traduce de la siguiente forma: cuanto mayor nivel de acidez, más concentración de iones y cuanto mayor alcalinidad, menos densidad de iones. A grandes rasgos, en el ámbito de las plantas, es preferible que el suelo tienda a presentar un pH más básico que ácido. En caso contrario, una gran cantidad de iones metálicos influye de manera negativa en el crecimiento de la planta.
¿Cómo influye el pH en las plantas?
El pH tiene una incidencia directa en las características del suelo, del cual depende el mayor o menor crecimiento de una planta. En concreto, el potencial de hidrógeno influye en los siguientes aspectos:
- Por norma general, los nutrientes de la tierra tienen una mayor disponibilidad para que las plantas los puedan absorber cuando el pH se encuentra entre 5.5 y 6.5.
- Las bacterias tienen una mayor actividad si el pH oscila entre 5.5 y 7. De este modo, pueden liberar más cantidad de nitrógeno de la materia del terreno.
- Algunos componentes de la tierra pueden convertirse en tóxicos y paralizar el crecimiento de la planta cuando el pH baja del valor 5.
- La configuración del suelo depende del nivel de pH. Si esta medida se sitúa entre 5.5 y 7, se puede trabajar sin mayor problema. En el supuesto de que sea demasiado ácido o alcalino, sucede lo contrario.
- Cuando el pH es muy bajo, suele ocurrir que los nutrientes se disuelven con excesiva rapidez. Esto origina un exceso de alimento para la planta. Sin embargo, si el pH es muy alto ocurre el efecto opuesto, es decir, que los nutrientes encuentran dificultades para disolverse.
- En general, cuando el potencial de hidrógeno se sitúa por debajo de 5, se trata de un suelo pobre que no tiene la capacidad suficiente para mantener al vegetal.
Por lo tanto, debe tenerse en cuenta que la acidez es determinante en la absorción y disolución de los nutrientes, así como en la estructura y la vida bacteriana del suelo. Igualmente, el pH también contribuye a la capacidad de la tierra para eliminar los pesticidas y otros agentes nocivos. En definitiva, un pH correcto es la base para garantizar un crecimiento adecuado de las plantas.
¿Qué factores determinan el pH de un suelo?
Entre los principales agentes que son determinantes en el pH de un suelo se encuentran:
- Tipo de suelo: según la tierra, el pH es más ácido o más alcalino. Además, también influye su textura, según sea más arenosa o con un mayor porcentaje de arcilla.
- Fertilizante: el abono que se añade al suelo tiene una influencia notable en el control del pH. Para evitar posibles errores, es aconsejable comprobar el nivel antes y después de fertilizar la tierra. Se debe tener en cuenta que el pH suele bajar si se utilizan productos artificiales.
- Clima: la lluvia, la incidencia del sol, la temperatura y el resto de factores climáticos influyen sobremanera en el pH del suelo. Así, en las zonas más húmedas, el potencial de hidrógeno suele ser bajo y en los lugares secos, el suelo tiende a ser más alcalino.
Un pH para cada planta
Según el tipo de planta o de cultivo, es preciso asegurar un rango adecuado de pH:
- Almendro: 6 – 7.5
- Flor de la pasión: 5 – 8
- Geranio: 6 – 6.5
- Laurel: 5 – 6
- Lavanda: 6.5 – 7.5
- Margarita: 7 – 7.5
- Orquídea: 4 – 4.5
- Romero: 5 – 5.5
- Rosa: 5.5 – 7
- Violeta: 6 – 7.5
- Alfalfa: 6.5 – 7.8
- Berenjena: 5.4 – 6
- Coliflor: 6 – 7.2
- Espinaca: 6 – 7
- Lechuga: 5.5 – 7
- Patatas: 5 – 5.5
- Tomate: 5.5 – 7