Errores más comunes al usar la calefacción

Publicado el : 11/12/2020 15:01:14
Categorías : Calefaccion , Construcción

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Errores más comunes al usar la calefacción

Durante los meses del año en los que el tiempo es más desapacible, la calefacción se presenta como la gran aliada en casi todas las casas. Sin embargo, no se trata de seleccionar una temperatura y despreocuparse, sino que es importante conocer cómo funcionan estos sistemas de climatización para hacer un uso eficiente y rentable.

En cada temporada invernal se suelen repetir los mismos errores al utilizar la calefacción. Conocer la respuesta de algunas de las principales cuestiones es crucial para incrementar la eficiencia energética de este sistema, como por ejemplo cuánto tiempo debe estar encendido, si se tiene que apagar por las noches o cuál es la temperatura adecuada, entre otras.

Con el objetivo de conseguir un hogar cálido durante todo el invierno sin necesidad de pagar un alto coste es preciso evitar algunos hábitos y seguir ciertas recomendaciones:

Poner la calefacción al máximo durante todo el día

Cuando los termómetros se encuentran alrededor de los cero grados, esta es una de las prácticas que más se repiten. Sin duda, constituye un error muy grave, independientemente de que se realice en los hogares o en los centros de trabajo.

El hecho de establecer una temperatura superior a 21 durante todo el día no se traduce en un espacio más acogedor. El resultado es un incremento desproporcionado del gasto, así como un excesivo calor en el interior que puede causar ciertos problemas de salud (dolores de cabeza, resfriados, sequedad en las mucosas, etc.).

Partiendo de la base de que es recomendable apagar la calefacción cuando la casa está vacía, el rango ideal de grados para calentar un hogar es:

  • Entre 19 y 21 durante el día.
  • Entre 15 y 17 durante la noche.

Dejar la calefacción encendida toda la noche

Está demostrado que durante la noche no es necesario dejar encendida la calefacción, ya que estando bien arropados y con todas las ventanas cerradas se puede dormir bien. Sin embargo, en los días más gélidos cuando la temperatura en una casa puede llegar a situarse por debajo de los 15 grados, es conveniente mantener activado el sistema de climatización en el tiempo de sueño.

Para hacer un uso más eficiente de estos aparatos, se recomienda programar la puesta en marcha aproximadamente una hora antes de levantarse. De este modo, se consigue un importante ahorro en las facturas sin renunciar a disfrutar de una casa caldeada a primera hora de la mañana.

Tener todos los radiadores abiertos

Considerar que todas las estancias de la casa deben estar a la misma temperatura es un error muy común en el uso de la calefacción. Dado que no utilizamos con la misma frecuencia todas las habitaciones es aconsejable regular los grados de manera diferenciada. En este sentido, se deben cerrar los radiadores de las zonas que no se usan de forma habitual para reducir el gasto energético.

No hay que olvidar que, si todos estos elementos permanecen abiertos, la caldera tiene que hacer un esfuerzo mayor para trasladar la energía hasta estos espacios que no tienen ninguna utilidad. En caso de que se vaya a ocupar la estancia, basta con encenderlos una hora antes aproximadamente.

Descuidar el aislamiento de la vivienda

El aislamiento de una casa es uno de los factores más importantes que se deben tener en cuenta para hacer un uso eficiente de la calefacción. En las viviendas reformadas o de nueva construcción, este no suele ser un problema común, ya que suelen contar con ventanas de doble acristalamiento y puertas reforzadas que encajan perfectamente en los marcos.

No obstante, en los inmuebles más antiguos es difícil encontrar estas soluciones herméticas, por lo que el calor se escapa fácilmente y el frío entra por las aberturas. Para evitar que gran parte de la energía se pierda, es fundamental invertir en los elementos adecuados para ahorrar a largo plazo y aprovechar un ambiente más cálido.

Además de las medidas de aislamiento que se pueden instalar, resulta conveniente poner en práctica otros consejos caseros para mantener la temperatura en el interior:

  • Bajar las persianas y cerrar las cortinas cuando anochece.
  • Realizar la tarea contraria durante el día, sobre todo durante las horas centrales para aprovechar el calor del sol.
  • Utilizar cortinas térmicas u otros modelos más densos durante los meses de invierno para evitar que la calidez se escape por las ventanas.
  • Colocar alfombras pesadas con colores oscuros que ayudan a incrementar la sensación de espacio templado.
  • Poner burletes en ventanas y puertas para obstaculizar el paso del aire e incrementar el aislamiento.

Eludir el mantenimiento del sistema de la calefacción

Tanto las revisiones de la caldera como de todo el sistema de calefacción son imprescindibles para optimizar su funcionamiento. Además, es el modo de detectar posibles averías que pongan en riesgo la seguridad en la casa.

Junto a las comprobaciones pertinentes que debe realizar un profesional, no hay que olvidarse de purgar los radiadores cada año. Esta tarea consiste en sacar el aire que se ha podido acumular durante los meses de inactividad y que, en caso contrario, ralentizaría la expulsión de calor.

No revisar la tarifa de gas contratada

En muchos casos, el motivo de un excesivo gasto al usar la calefacción está relacionado con la tarifa de gas que se tiene contratada. Aunque habitualmente una factura más alta de lo normal se debe a un abuso en el consumo de energía, es aconsejable revisar los datos que se reflejan en el documento y comprobar cuáles son las condiciones que establece la compañía por el precio que se está pagando.

El final del otoño o el principio del invierno son un buen momento para examinar el contrato de gas e investigar los descuentos que se ofrecen a los nuevos clientes en el mercado. Si el objetivo es ahorrar a final de mes, se deben aprovechar las ofertas que las comercializadoras aplican durante algunos periodos concretos o directamente sobre las facturas. Esta táctica resulta muy ventajosa, pero es recomendable informarse sobre cuándo finaliza la promoción, así como el nuevo coste que se deberá pagar a partir de ese momento.

En cualquier caso, elegir una tarifa competitiva se traduce en una considerable reducción de las facturas tanto en los meses de invierno como durante el resto del año. En la toma de decisión se deben tener en cuenta dos aspectos clave que conforman el precio final:

  • Término fijo: esta cantidad se abona siempre, sin tener en cuenta el consumo que se haya realizado durante el mes.
  • Término variable: hace referencia a los euros por kWh y varía según lo que se utilice la calefacción en el periodo concreto.

Pese a que lo ideal sería la contratación de ambos términos en unas condiciones económicas ventajosas, por norma general es preciso elegir. En función de las necesidades de climatización de la vivienda, el cliente debe optar entre una cuantía fija más baja o pagar menos por cada kilovatio – hora.

En el caso, por ejemplo, de la casa que constituya la residencia habitual es preferible decantarse por un precio más bajo en el término variable. Si se trata de una segunda vivienda, a final de mes resulta más rentable seleccionar una tarifa de gas que incluya un término fijo reducido.

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