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Publicado el : 05/04/2022 15:23:01
Categorías : Albañilería , Construcción
El trabajo de revoque en una pared suele ser necesario cuando se reforma una vivienda antigua o un local que ha estado descuidado durante bastante tiempo. Pese a que la estructura del inmueble se encuentre en perfecto estado, lo más común es que las superficies de los muros necesiten un arreglo en la mayoría de los casos.
Para ello, se emplea esta técnica que consiste en revestir la superficie de los muros con unos materiales específicos. De este modo, se consigue mejorar en gran medida la apariencia, no solo a nivel estético, sino también en uniformidad para proceder a pintar. Por lo tanto, es recomendable llevar a cabo esta tarea tanto para decorar como para proteger las caras de los tabiques.
En la mayoría de los casos, el tratamiento de una pared implica 3 procesos: el enfoscado, el revoque y el enlucido. Aunque este último se puede aplicar de forma directa sobre el ladrillo en los espacios interiores, casi siempre se suele realizar, como mínimo, el segundo paso.
Al revocar una pared, lo que se hace es aplicar varias capas de productos sobre la base de la construcción. Al cubrir la estructura en bruto de este modo, se facilita la aplicación posterior de cualquier acabado. El procedimiento que se sigue normalmente es el siguiente:
En primer lugar, es necesario preparar la mezcla que se vaya a añadir a la pared. La solución tradicional está compuesta de cal, arena, cemento y alguna sustancia aislante para evitar filtraciones de agua en los muros. No obstante, existen otras opciones igualmente eficaces como el yeso, la escayola, la perlita o el mecafino.
Se deben integrar adecuadamente todos los ingredientes hasta que resulte una masa consistente sin estar demasiado líquida y sin grumos. Una vez que se ha conseguido, con la ayuda de una paleta se va extendiendo el producto por la pared desde abajo hacia arriba, procurando que quede lo más uniforme posible.
Es importante dar tantas capas como sea necesario hasta que el ladrillo quede cubierto por completo. En algunos casos, suele ser conveniente esperar varios días entre una mano y otra para garantizar que la superficie adquiere una buena dureza y evitar que aparezcan grietas.
Cuando se ha terminado de revocar la pared, es importante mantenerla húmeda durante los 5 días siguientes aproximadamente para prevenir el desarrollo de fisuras. Para ello, se debe rociar agua de forma repetitiva.
Por último, es necesario esperar, como mínimo, 2 semanas antes de pintar la superficie.
Es importante tener en cuenta que el revoque de las paredes interiores debe ser más fino y cuidado que en el caso de las superficies que se encuentran en el exterior. Asimismo, hay que asegurarse de que la base sobre la que se va a realizar este tipo de preparación esté completamente limpia, sin ningún resto de polvo, moho o pintura.
Junto a ello, no hay que olvidar que el tabique debe tener una correcta calibración. En caso contrario, es preciso utilizar masilla para cubrir las posibles hendiduras y huecos con el objetivo de que la aplicación del producto sea lo más estable posible.
Entre las distintas técnicas que existen para revocar paredes se encuentran las siguientes:
Revoque grueso: se utiliza este tipo de revestimiento cuando es necesario nivelar una pared y ocultar las imperfecciones que puedan presentar los materiales de la estructura. En este caso, se colocan unos clavos en el muro, de los cuales se cuelgan unos hilos que sirven de guía para saber hasta dónde se debe rellenar con el producto con la finalidad de que la superficie quede totalmente perpendicular al suelo.
Revoque fino: al contrario de lo que sucede en la tipología anterior, el recubrimiento fino es una capa con muy poco espesor que se aplica sobre el revoque grueso para mejorar el aspecto de la pared. Al realizar esta tarea es necesario que la superficie esté humedecida y debe tenerse en cuenta que tan solo es suficiente una mano para pintar posteriormente sin ningún problema.
Revoque hidrófugo: como su propio nombre indica, el principal objetivo de este tipo de revoque es impermeabilizar la pared. Por ello, se aplica siempre en el lado exterior del muro asegurándose de que todos los huecos quedan perfectamente cubiertos. A diferencia de otros, la técnica hidrófuga no consigue solventar las imperfecciones, ya que es una capa muy fina.
Revoque plástico: se trata de un sustituto muy eficaz del revoque fino. Su aplicación es más sencilla e incluso permite agregar color y textura a la pared de una sola vez, por lo que se emplea a menudo en las zonas exteriores para conseguir un buen acabado. Además, también destaca por su gran durabilidad y su reducido mantenimiento.