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El problema del aire en las tuberías
La acumulación de aire en las tuberías de una casa es un problema bastante común. Aunque este contratiempo surge con más frecuencia en unas zonas que en otras, lo más habitual es que con el paso del tiempo las cañerías vayan almacenando este elemento, independientemente de que estén destinadas al consumo de agua o a la calefacción.
Si al abrir un grifo o encender los radiadores se escucha un ruido extraño, lo más probable es que los conductos contengan aire. Además de las molestias que causa este tipo de sonido, pueden presentarse otros problemas más graves si no se soluciona a tiempo y de una manera correcta.
¿Por qué se acumula el aire en las tuberías?
La primera vez que se instalan las tuberías en una vivienda es necesario eliminar todo el aire que se haya acumulado, el cual se va sustituyendo de forma progresiva por agua. Sin embargo, más allá de este primer momento, se trata de un problema que puede aparecer por los siguientes motivos:
- El agua que recorre las cañerías suele contener una pequeña cantidad de oxígeno, el cual se libera en gran medida cuando cambian las condiciones de temperatura y presión. En estos casos, la acumulación de bolsas de aire en los conductos no tarda en aparecer.
- Del mismo modo, este inconveniente también tiene lugar si se produce una modificación en la pendiente de las tuberías. Esto provoca una variación en la presión, lo que deriva en que el aire se acumule.
- El aire en las cañerías suele aparecer asimismo después de permanecer vacías durante un largo periodo de tiempo debido, por ejemplo, a un corte de agua. Al igual que sucede en la primera vez que se pone en marcha el servicio, en este supuesto es igualmente necesario sacar el aire antes.
¿Qué consecuencias provoca el aire en las tuberías?
Además del ruido que produce el aire en las tuberías, es importante no pasar por alto este problema, ya que se pueden originar otras consecuencias más graves:
- Uno de los principales contratiempos que pueden surgir si existe aire en un conducto es la obstrucción del mismo. Lejos de lo que se tiende a pensar, este elemento tiene la capacidad de obstaculizar el paso del agua.
- Con el paso del tiempo, las bolsas de aire pueden provocar roturas en las tuberías, lo que deriva en fugas de agua. Si la causa de la acumulación es un cambio en la presión, finalmente las paredes de las cañerías terminan agrietándose porque no pueden soportar la fuerza.
- El problema del aire en las tuberías también se puede traducir en un incremento notable de la factura del agua sin que haya tenido lugar un consumo más alto. Esto se debe a que la medición del caudal que circula no se ajusta a la realidad.
- Si no se trata la presencia de aire en los conductos, es probable que los fallos se extiendan a otras partes de la instalación general, como las válvulas.
¿Cómo se quita el aire de las tuberías?
Para eliminar el aire de las tuberías es preciso seguir algunos pasos:
- Cerrar la llave de paso principal del agua, pero dejando abierta la llave de drenaje que comunica los conductos de la vivienda con el alcantarillado.
- El siguiente paso es abrir todos los grifos uno a uno, empezando por la planta más baja de la casa.
- Se deben dejar abiertos hasta que salga toda el agua para que el circuito se quede totalmente vacío.
- Posteriormente, hay que volver a abrir el suministro general. En este momento, es normal que se escuche un ruido hasta que el agua empiece a salir, pero desaparecerá en seguida.
- Una vez que los grifos fluyen de manera constante, se deben cerrar y ya se habrá conseguido sacar todo el aire de las tuberías.
Cuando se trata de los conductos de los radiadores, la mejor forma de eliminar el aire es purgando los mismos. Para ello, tan solo hay que abrir las válvulas con un destornillador o una moneda y esperar que salga todo el aire. En el momento en que empiecen a expulsar un chorrito de agua se deben cerrar estas piezas.