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Publicado el : 29/03/2022 15:00:57
Categorías : Calefaccion , Construcción
A la hora de elegir el sistema de agua caliente para una casa suelen surgir múltiples dudas entre las distintas opciones que se encuentran a disposición. Las diferencias entre una caldera y un calentador son diversas, por lo que conviene informarse para elegir el equipo que mejor se ajuste a las necesidades.
A grandes rasgos, se trata de dos alternativas que permiten generar agua caliente sanitaria (ACS). Sin embargo, la primera de ellas también se utiliza para poner en marcha la calefacción de la vivienda.
Una caldera es una máquina que, según el modelo, puede funcionar con electricidad, gas u otro tipo de combustible. Su finalidad es generar calor, el cual se utiliza tanto en el suministro de agua sanitaria como en los radiadores de un sistema de calefacción o en los suelos radiantes. Por lo tanto, esta opción es la más recomendable cuando se busca un mecanismo que cumpla estas dos funciones al mismo tiempo, lo que supone un ahorro importante en las facturas mensuales.
Aunque las calderas se suelen clasificar básicamente según la fuente de energía que utilicen (gas, gasoil o electricidad, sobre todo), también existen otras tipologías. Entre ellas se encuentran las que incorporan acumulador de agua caliente, las mixtas instantáneas que generan agua caliente según la demanda, las que únicamente sirven para la calefacción, las estancas, las de condensación, etc.
Los pros más destacados de estos equipos son los siguientes:
Lo más habitual es encontrar calderas que producen agua caliente sanitaria y, a su vez, se encargan de calentar el circuito de la calefacción.
Algunos modelos, como por ejemplo los que incluyen tecnología de condensación suponen un ahorro considerable en el consumo y garantizan el máximo rendimiento.
Existe una amplia variedad de modelos que se adaptan a las características de cada vivienda, así como al tipo de combustible que se pueda emplear.
No obstante, las calderas también presentan algunos contras:
La inversión que se debe realizar en la compra y la instalación suele ser bastante elevada, sobre todo si se complementa con un sistema de calefacción.
Suelen tener un gran tamaño, por lo que se debe contar con el espacio suficiente para colocarlas.
Un calentador es básicamente un generador de agua caliente. Su funcionamiento es muy sencillo, ya que comienza a funcionar en el momento en que se abre algún grifo. Después de salir una determinada cantidad de agua fría, la misma comienza a subir de temperatura. Teniendo esto en cuenta, se trata de la solución más conveniente, junto con un termo, cuando la casa no cuenta con radiadores.
Las ventajas más destacables de estos dispositivos son:
En la mayoría de los casos, el suministro de agua caliente es ilimitado, salvo que el aparato cuente con algún limitador de litros o tiempo.
Al igual que en el caso de las calderas, también es posible elegir entre diferentes tipos de calentadores (de gas butano, de gas natural y eléctricos, fundamentalmente).
Se trata de unos dispositivos que ocupan muy poco espacio, por lo que se pueden colocar en cualquier vivienda.
Tanto su precio de adquisición como de instalación es bastante asequible.
En cuanto a las desventajas de los calentadores es importante considerar las siguientes:
Su única función es producir agua caliente sanitaria.
Para disponer de este recurso suele ser necesario desperdiciar una determinada cantidad hasta que alcanza una temperatura concreta, lo que se traduce en un importante gasto a largo plazo.