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¿Cuál es la mejor ubicación para los radiadores?
Los radiadores de pared son un tipo de emisor térmico muy habitual en cualquier sistema de calefacción. Se trata de un aparato fabricado con aluminio, acero o hierro fundido, en cuyo interior circula el agua caliente que llega de la caldera. Aunque este es el sistema más común, también existen otros modelos que se calientan directamente cuando se conectan a la corriente eléctrica.
Más allá de su funcionamiento, es interesante analizar cuál es la mejor ubicación para colocar un radiador con el objetivo de conseguir una mayor eficiencia y confortabilidad. Tanto en la reforma de una vivienda como en la compra de un inmueble nuevo se debe tener en cuenta este aspecto, ya que a largo plazo supone un ahorro de energía.
¿Radiadores debajo de las ventanas o en las paredes interiores?
Una de las dudas que más se repiten cuando llega el momento de montar los radiadores en las diferentes habitaciones es dónde colocarlos. En algunos casos se recomienda hacerlo bajo las ventanas y, en otros, en las paredes interiores. Lo cierto es que no existe una opción más válida que otra, ya que cada una presenta diferentes ventajas.
- Ubicar los radiadores debajo de las ventanas: lejos de lo que se tiende a pensar, este emplazamiento no reduce la eficiencia de la calefacción. Dado que el aire caliente tiende a subir, las corrientes frías que se localizan a la altura de la ventana se verán impulsadas hacia abajo si el radiador está colocado en esta posición. De esta forma, el calor se reparte por todo el espacio de un modo homogéneo.
- Colocar los radiadores en las paredes interiores: esta alternativa evita que la temperatura se escape por la fachada exterior. Además, permite calentar los muros lo suficiente para conseguir que sigan desprendiendo calor incluso cuando la calefacción esté apagada.
En este caso se debe tener en cuenta que, si los radiadores están muy alejados de una abertura, el aire frío que se genera en la misma irá circulando por toda la estancia produciendo cambios bruscos de temperatura. Si esto es así, para no dar lugar a una sensación desagradable, es conveniente montar el emisor térmico lo más cerca posible de las ventanas.
¿Cómo evitar que el calor se escape por las ventanas?
Aunque colocar los radiadores debajo de las ventanas es una de las mejores opciones, es importante aplicar una serie de consejos para reducir las pérdidas de calor por este tipo de aberturas:
- Desde el punto de vista del aislamiento térmico, las ventanas de doble acristalamiento son la solución más recomendada. Gracias a este sistema, la pérdida de calor en el hogar se reduce al mínimo, ya que la cámara de aire que existe entre los dos cristales actúa como aislante para impedir que entre el frío del exterior y que salga el calor del interior.
- Si no es posible realizar la inversión que requiere la instalación de ventanas de buena calidad, es imprescindible colocar un aislante térmico en los marcos.
- Otra solución muy práctica consiste en pintar las ventanas con pintura termorreflectante, la cual actúa reflejando los rayos del sol que mantienen la temperatura dentro de la vivienda.
¿Cómo incrementar la potencia térmica de los radiadores?
Además de elegir el lugar más adecuado para ubicar los radiadores, es necesario seguir algunas recomendaciones para no restar efectividad a estos aparatos:
- Se desaconseja colocar ropa mojada encima de los radiadores para secarla más rápidamente.
- Es preferible que los sofás u otro tipo de mobiliario estén a cierta distancia para no entorpecer la salida de calor. En este sentido, se deben evitar los muebles decorativos que actúan como cubre radiadores.
- No es recomendable pintar los radiadores, ya que las capas de pintura interfieren en la transmisión del calor. Asimismo, es posible que los barnices originen malos olores como consecuencia de estar sometidos a altas temperaturas. Si fuera necesario cubrir algún deterioro, es conveniente utilizar productos específicos para estos aparatos que resisten perfectamente el calor.
- Es fundamental purgar los radiadores una vez al año como mínimo, sobre todo al inicio de la época invernal antes de poner en marcha la calefacción. Para eliminar el aire acumulado en los conductos es necesario que el sistema esté apagado y completamente frío.
- Un truco para incrementar el calor que desprenden los radiadores consiste en colocar papel de aluminio por detrás, justo en el lado que está pegado a la pared. De este modo, se reducen las posibilidades de que la temperatura se escape al exterior por la fachada.
- Hay que evitar colgar cortinas demasiado largas que lleguen a tapar los radiadores. En caso contrario, no solo se limita la corriente de calor por la habitación, sino que también se traduce en un mayor riesgo de incendio.