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Publicado el : 22/12/2021 11:35:25
Categorías : Bricolaje , Hogar
Tradicionalmente, el diseño de las cocinas siempre apostaba por alicatar por completo las paredes. Sin embargo, en la actualidad es una tendencia revestir con azulejos hasta media altura y aprovechar el resto para pintar del color que se elija, el cual no tiene que ser siempre blanco.
Dado que en los últimos tiempos se está dando una mayor importancia a la decoración de estas estancias, es importante analizar la amplia gama de tonalidades disponibles y optar por aquellas que mejor encajen en el espacio. Pese a que la cocina es una zona funcional, no se debe pasar por alto su diseño, al igual que sucede en cualquier otra parte de la casa.
A la hora de pintar una cocina desde cero o cuando se cambia el color original de las paredes, es preciso considerar algunos aspectos:
El tamaño de la cocina es determinante para optar por un tono u otro. Por norma general, se desaconseja escoger colores oscuros cuando los metros cuadrados son limitados, salvo que la estancia reciba una gran cantidad de iluminación natural.
Del mismo modo, la luz que predomine en esta zona también se debe tener en cuenta. Si es principalmente artificial, es probable que las tonalidades de las paredes cambien con respecto a las originales y se tienda a crear una sensación de menor espacio.
Otro factor que no se debe olvidar es el color de los muebles y del revestimiento de los azulejos, el cual debe estar en consonancia con el tono que se elija.
Aunque se tenga una cocina pequeña, si se opta por los colores adecuados es posible conseguir más sensación de amplitud, lo que repercute en una mayor comodidad. En general, es recomendable elegir tonos claros que ayuden a crear un ambiente agradable y acogedor, sin llegar a aburrir demasiado. Las mejores tonalidades en este caso son las siguientes:
El blanco siempre es una apuesta segura, pero en este contexto, el blanco roto también funciona a la perfección.
El gris claro es una de las mejores alternativas, ya que se puede combinar con casi cualquier color del mobiliario.
Los colores tierra suaves convierten la cocina en un espacio más hogareño.
Los tonos pasteles como azul turquesa, verde menta, rosa palo o amarillo y naranja claros para dar un toque más alegre a la cocina sin llegar a recargarla demasiado.
Cuando los metros cuadrados no son un problema en una cocina, se puede elegir casi cualquier color para pintar las paredes. En estos supuestos, es posible decantarse entre tonos suaves u otros más fuertes sin miedo a minimizar la sensación de amplitud:
El negro puede parecer una apuesta demasiado arriesgada, pero lo cierto es que aporta un toque muy elegante y original siempre que la luz del sol esté presente durante todo el día.
El color rojo, naranja o amarillo se pueden combinar en algunas partes con otros tonos más suaves para crear un espacio alegre y llamativo.
El azul cielo permite que la cocina parezca más amplia y, además, conecta a la perfección tanto con muebles claros como oscuros.
El blanco es el color más adecuado para quienes prefieren disfrutar de un estilo clásico en la cocina y una mayor luminosidad totalmente gratis.
El lila y el rosa fuerte destacan si se mezclan con otros tonos más suaves, aunque es más probable que se vuelvan a pintar las paredes en un corto espacio de tiempo por haberse aburrido de estas tonalidades.
En general, aunque especialmente cuando se trata de cocinas pequeñas, es aconsejable pintar el techo siempre de color blanco para no mermar la sensación de altura.
Si se opta por un tono muy fuerte es preferible integrarlo en una sola pared y elegir tonalidades más suaves para el resto del espacio. De este modo, se consigue poner el foco en una zona determinada sin llegar a sobrecargar demasiado el espacio.
En el caso de que las paredes sean muy extensas, además de pintarlas, es conveniente colocar muebles en posiciones estratégicas, sobre todo estanterías.
Un truco con el que se consigue un resultado muy armónico y original consiste en elegir dos colores para el diseño de la cocina y combinarlos en la pintura de las paredes y en el resto de superficies del mobiliario.