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Publicado el : 14/12/2020 09:58:47
Categorías : Bricolaje , Hogar
Las bajas temperaturas del invierno no invitan en absoluto a abrir las ventanas o los balcones para ventilar la casa. Sin embargo, es una tarea que se debe realizar a diario, aunque el aire de fuera sea verdaderamente frío. Para no congelarse en el intento, existen una serie de recomendaciones que se deben poner en práctica durante la época invernal.
En todas las viviendas se acumulan toxinas a diario como consecuencia de la mezcla de humedad, calefacción, materiales que conforman el mobiliario, productos de limpieza, ácaros, etc. Toda esta combinación deriva en un ambiente cargado con mal olor y que resulta perjudicial para la salud en algunas ocasiones.
Además, la ventilación en casa tiene en la actualidad una importancia más notable debido al coronavirus. Las partículas de este virus tienen la capacidad de quedar suspendidas en el aire, por lo que para evitar contagios es imprescindible airear los espacios de manera adecuada.
Algunos de los beneficios de ventilar las habitaciones cada día son:
En los meses más fríos del año, basta con abrir las ventanas durante 5 o 10 minutos. Para conseguir una ventilación más efectiva en un corto espacio de tiempo es recomendable asegurar que el aire circula por todas las estancias a través de lo que se conoce como ventilación cruzada.
De este modo es posible renovar el aire sin comprometer demasiado la temperatura interior. Para no realizar un gasto excesivo es recomendable que la calefacción esté apagada mientras se está ventilando.
Para purificar todos los espacios del hogar se puede optar entre ventilar la casa por estancias o hacerlo de una sola vez. En ambos casos se consigue el mismo resultado, por lo que la elección entre una alternativa u otra dependerá de las necesidades de cada vivienda.
A la hora de ventilar habitación por habitación se debe abrir la ventana de cada una y cerrar la puerta. Es recomendable empezar por los dormitorios para airear el ambiente que suele estar bastante cargado después de toda la noche durmiendo. Posteriormente, el resto de estancias que, aunque no se utilicen de forma habitual, deben abrirse para garantizar una correcta atmósfera.
En cuanto al baño y la cocina son dos estancias que conviene ventilar de forma constante para evitar problemas de condensación. Concretamente, se debe dejar la ventana abierta después de ducharse, así como una vez finalizadas las tareas de la cocina.
Si se elige la opción de crear una corriente general abriendo todas las aberturas y las estancias al mismo tiempo se consigue una renovación del aire mucho más rápida. Sin embargo, esta técnica tiene el inconveniente de pasar más frío en el interior.
Aunque suele ser bastante común ventilar la casa por las mañanas, inmediatamente después de levantarse, lo cierto es que durante el invierno es recomendable cambiar este hábito. En los meses más fríos es preferible abrir las ventanas y los balcones en las horas centrales del día que se corresponden con los momentos más cálidos.
De esta forma se consigue un efecto doble: por un lado, se renueva el aire de la vivienda y, por otro, se aprovecha el calor que llega de forma natural de la acción del sol para no desaprovechar demasiado la temperatura del interior.
Dado que en invierno el tiempo de ventilación se reduce para que el calor de la vivienda no se escape demasiado, los deshumidificadores y purificadores de aire son una opción muy efectiva para mantener una adecuada calidad del aire en casa. Estos aparatos constituyen una inversión que merece la pena realizar porque se encargan de regular la humedad y absorber las toxinas del entorno, sin reducir en absoluto el efecto de la calefacción.