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Publicado el : 10/01/2019 10:17:20
Categorías : Bricolaje , Hogar , Reparaciones domésticas
Las duras condiciones meteorológicas del invierno pueden llegar a causar graves estragos en las viviendas, sobre todo si vives en una zona donde el clima es especialmente frío y húmedo. Durante los meses más gélidos del año, no sólo se desploman los termómetros, sino que los días en los que el sol aparece son escasos y a pesar de ello, el ambiente desapacible continúa estando presente.
Uno de los elementos que más sufre las consecuencias de las bajas temperaturas son las tuberías de cualquier casa y mucho más aún si están ubicadas en el exterior. Durante las peores épocas invernales, estos conductos pueden experimentar un proceso de congelación que, en los casos más graves, desemboca en un reventón. Para que esto no ocurra es fundamental adoptar una serie de medidas preventivas, sin olvidar realizar un mantenimiento adecuado durante el resto de temporadas. Cuando es demasiado tarde y no se puede evitar que las tuberías se congelen porque los grados bajo cero ya han hecho efecto, es necesario avisar a una empresa de fontanería cuanto antes para reducir los daños.
¿Cómo se produce la congelación de las tuberías?
Cuando las temperaturas son muy bajas, todos los elementos que se encuentran a la intemperie se cubren de hielo. En el caso de las tuberías, además de esta capa de escarcha que reviste el exterior, el agua que se encuentra en el interior tiene la capacidad de expandirse cuando se congela.
Aunque esta situación no siempre termina con la rotura total de los tubos, una vez que el líquido de dentro se ha congelado, las posibilidades de reventarse se incrementan. Esto se explica por la presión que ejerce el agua solidificada sobre las paredes de la tubería. En el mejor de los casos tan solo se produce una pequeña fuga o grieta, aunque si ocurre un siniestro mayor, los daños en estos conductos implican un gran desembolso para solucionar el problema.
¿Cómo saber si una tubería se ha congelado?
A partir del mes de noviembre, y sobre todo cuando hay riesgo de heladas, es fundamental seguir los consejos que comentamos a continuación. A pesar de ello, conviene saber cómo se puede identificar una tubería que haya llegado al estado de congelación para evitar posibles riesgos.
Además de fijarse en la escarcha que puede recubrir los tubos, fundamentalmente en las primeras horas de la mañana, también es recomendable mirar si existe algún abultamiento en la tubería, lo cual significa que el agua del interior está helada.
Otro método para saber si una tubería ha sufrido los efectos del invierno consiste en abrir los grifos. En el caso de que el agua no corra con fluidez o la cisterna no se llene inmediatamente después de vaciarla, con total seguridad las tuberías estarán congeladas.
Consejos para evitar que las tuberías se congelen
¿Qué hacer si las tuberías se congelan?
Si ninguno de los consejos anteriores ha resultado efectivo o es demasiado tarde para prevenir el problema, es primordial llamar a un fontanero cuanto antes. Mientras tanto, justo en el momento de cerciorarse de que las tuberías están congeladas, es aconsejable cerrar la llave de paso del agua con el fin de evitar posibles accidentes. Junto a ello, también es conveniente abrir todos los grifos para que salga el agua acumulada que aún no haya alcanzado el grado de solidificación. No olvides seguir estas recomendaciones si tienes pensado estar fuera de casa durante una larga temporada en el invierno antes de emprender la marcha. De este modo, aunque siga haciendo mucho frío, las tuberías cuentan con una menor cantidad de agua susceptible de helarse.
Pese a que lo más recomendable es solicitar asistencia especializada, si la situación no es demasiado grave, se pueden poner en práctica algunos pasos para intentar descongelar una tubería por cuenta propia. Después de haber cortado el suministro del agua, se puede aplicar calor a la tubería con un calefactor portátil o cualquier otro utensilio adecuado. Si se utiliza un soplete o cualquier otro artilugio parecido, existe un alto riesgo de incendio, por lo que hay que evitar sobremanera estas prácticas. Del mismo modo, también es importante comprobar que no hay ningún material inflamable alrededor en el momento de calentar los conductos.
Conviene estar prevenido para el momento en el que la tubería vuelva a su estado normal, ya que las inundaciones suelen ser habituales en estos casos. Del mismo modo, es bastante probable que las tuberías presenten alguna grieta después de haberse congelado, algo que se deberá solventar cuanto antes para evitar fugas de agua.
Además de tomar las precauciones necesarias, en muchos casos los seguros de hogar incluyen entre sus coberturas la rotura de tuberías, por lo que si es un incidente que ocurre a menudo en tu vivienda, probablemente sea interesante invertir en una póliza para subsanar los daños que aparecen como consecuencia de la congelación de las tuberías.