Consejos para decorar un despacho u oficina

Indice de contenidos:

• Color de las paredes.
• Mobiliario.
• Iluminación adecuada.
• Organización.
• Accesorios de decoración.

El trabajo es el lugar en el que solemos pasar más horas al día. Por ello, independientemente de si trabajamos en un puesto en una empresa o en casa, el espacio donde desarrollamos nuestra ocupación debe ser cómodo y agradable. Si la zona donde realizamos nuestros quehaceres es hostil y no está decorada de forma adecuada, el hecho de tener que estar todos los días en un ambiente que nos resulta desagradable puede tener consecuencias nefastas para nuestra salud mental y nuestra productividad.

Si acabas de abrir tu propia oficina o si has decidido habilitar un despacho en tu casa, conviene que tomes nota de los siguientes consejos para decorar un espacio de trabajo y convertirlo en un lugar donde no te importará pasar horas de más.

Color de las paredes.

La elección del color para pintar las paredes dependerá del estilo propio o el de la empresa, si fuera el caso. Ya sabemos que cada tonalidad provoca un efecto diferente en nuestros sentimientos, por lo que es recomendable elegir aquellos colores que nos ayuden a trabajar de forma eficiente y con los que nos sintamos a gusto.
En general, los tonos azules, verdes o grises claros permiten desempeñar el trabajo con más tranquilidad. En cambio, los colores más fuertes como el lila, el rojo o el naranja son sinónimo de actividad y creatividad. No olvides que si el espacio es pequeño o no cuenta con demasiada luz natural, es preferible recurrir al blanco o cualquier otro tono claro para que aporte sensación de luminosidad y amplitud.

Mobiliario.

Comenzando por las sillas, deberemos elegir entre los modelos de oficina que sean ergonómicas y cómodas para que un dolor de espalda no nos distraiga de nuestras tareas. Además, también deben tener ruedas y ser giratorias para facilitar el movimiento, sin olvidarse de los reposabrazos, el asiento con altura regulable y la posibilidad de reclinar el respaldo.

Atendiendo a los metros cuadrados disponibles y al tipo de trabajo, el escritorio deberá cumplir con una serie de requisitos en cuanto a practicidad. Por suerte, en el mercado encontramos multitud de diseños de distintos tamaños, formas y materiales, así como con cajones o estantes incluidos, etc.
En cuanto al color del mobiliario, recuerda que debe estar en sintonía con el tono que hayas utilizado para las paredes. Si este último es llamativo, lo ideal es escoger los muebles en tonos más tradicionales, aunque si la pared es blanca o de un color claro, podemos elegir el mobiliario en tonos vistosos para romper la monotonía de la superficie.

Iluminación adecuada.

Lo más recomendable es que la luz de la oficina o despacho sea natural para que la vista no se canse demasiado después de una larga jornada laboral. Por ello, si la estancia cuenta con una o varias ventanas, es fundamental colocar la mesa de trabajo cerca pero teniendo en cuenta la posición para que los rayos del sol no deslumbren.

Sin embargo, si el espacio es sombrío será necesario instalar unos buenos focos de luz, ya sea en la propia mesa, en el techo o utilizando una lámpara de pie. Es muy importante que el entorno esté bien iluminado para que los ojos no tengan que hacer un esfuerzo extra al trabajar.

Organización.

Uno de los aspectos que más distracciones provoca en el trabajo es el desorden y además, no encontrar algo cuando lo buscamos nos hace perder un tiempo valiosísimo. Para aportar organización en la oficina o despacho y tener cada cosa en su sitio es fundamental el uso de cajas, cajoneras o estanterías. Asimismo, las etiquetas nos ayudarán a localizar más fácilmente todo lo que necesitemos.
Del mismo modo, no dudes en colocar portalápices, bandejas o archivadores encima del escritorio para tener ordenadas aquellas cosas que necesites a diario. 

Accesorios de decoración.

Llegados a este punto, para completar la decoración de tu oficina o despacho también puedes colocar alguna planta que contribuya a crear un ambiente confortable y al mismo tiempo aporte oxígeno al espacio.
También se pueden disponer otros objetos como por ejemplo cuadros, fotografías u otros elementos que aporten calidez a la zona de trabajo.
En la actualidad tenemos a nuestro alcance multitud de recursos para habilitar y decorar cualquier zona, ya sea reducida o más amplia. Solo hay que echar a volar nuestra imaginación y pensar cómo queremos que sea nuestro espacio de trabajo ideal para hacerlo realidad.