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Publicado el : 21/06/2021 09:58:07
Categorías : Cuidados del jardín , Herramientas de jardinería
Cuando las temperaturas empiezan a subir, una de las cosas que más apetecen es refrescarse en una piscina. Si se cuenta con un jardín, un patio o una parcela con el espacio suficiente, probablemente se haya pensado en más de una ocasión en colocar uno de estos cubículos para darse un chapuzón.
Dado que una piscina de obra necesita un espacio y una inversión superiores, los modelos desmontables son una opción muy demandada. Además de su precio más reducido, es posible colocarla en cualquier sitio y desmontarla después de la época veraniega.
Por norma general, las piscinas desmontables están fabricadas de plástico, metal o madera. Su diseño y estructura permite colocarlas directamente en el suelo, sin necesidad de realizar ninguna obra. Para disfrutar de un baño, tan solo hay que instalarlas siguiendo las indicaciones y llenarlas de agua.
Uno de los factores más importantes que se deben considerar cuando se decide comprar una piscina desmontable es el uso que se va a dar a la misma. En función de si se utilizará casi a diario o únicamente de forma esporádica merece la pena realizar una mayor o menor inversión.
Si el objetivo es darse un baño de vez en cuando o conseguir que los niños estén entretenidos, la mejor alternativa es una piscina de plástico de un tamaño mediano. Sin embargo, si se va a utilizar frecuentemente con un mayor número de personas, es interesante comprar un modelo superior de madera o de metal que se pueda desmontar de igual modo al finalizar el verano.
Otra cuestión fundamental antes de comprar una piscina desmontable es medir la extensión disponible para colocarla. Asimismo, es necesario que la ubicación elegida se encuentre cerca de una toma de agua, un punto de corriente eléctrica y un desagüe. Para disfrutar al máximo, es preferible que se trate de una zona soleada, lo que no solo permitirá broncearse, sino también mantener el agua a una temperatura agradable.
Es fundamental tener en cuenta que una piscina desmontable no se puede colocar sobre cualquier terreno. La superficie debe estar lisa y totalmente nivelada en una zona donde no exista riesgo de inundación ni se encuentre sobre alguna tubería subterránea de agua, electricidad o gas.
Lo más conveniente es preparar el suelo, sobre todo colocando una plataforma fabricada con algún material resistente, como por ejemplo hormigón o cemento. Otra solución consiste en equilibrar el terreno añadiendo arena tamizada y regando de forma continua para asegurar que queda totalmente compacta sin moverse.
Para evitar accidentes, es recomendable no instalar una piscina desmontable en un balcón o una terraza. Se debe tener en cuenta que un litro de agua equivale a un kilo, por lo que, si el estanque contiene 1.000 litros, es necesario asegurarse que el suelo puede resistir el peso de 1.000 kilos.
El mercado de las piscinas desmontables ha ido evolucionando con el paso de los años y en la actualidad es posible encontrar modelos que se ajustan a todos los gustos. En cuanto a la forma, existen piscinas redondas, rectangulares, cuadradas, octogonales, etc. Sin embargo, las principales diferencias se encuentran en el tipo de material:
Aunque se trate de un modelo muy económico, para adquirir una piscina es preciso realizar una determinada inversión. Como es obvio, el precio depende del tamaño, los materiales, los accesorios, etc. No obstante, una vez que ya está instalada, también se deben sumar los gastos de agua, electricidad y mantenimiento, por lo que no solo es necesario fijarse en el precio de venta de la piscina.