Consejos para ahorrar agua en la piscina

Indice de contenidos:

• Reparar las fugas de agua
• Llenar la piscina lo justo
• Limpiar los filtros adecuadamente
• Métodos de desinfección sostenibles
• No hay que vaciar la piscina
• Aprovechar el agua de la lluvia
• Utilizar un limpiafondos automático
• Portarse bien para ahorrar agua

Pocos son los afortunados que tienen la suerte de tener una casa con piscina o vivir en una comunidad de vecinos que cuente con este servicio tan deseado durante la época estival. Hay que tener en cuenta que darse un refrescante chapuzón no puede estar reñido con ahorrar agua, algo que repercute de forma positiva en el bolsillo y en el cuidado del medio ambiente. No se puede olvidar que el agua es un recurso limitado y la máxima prioridad debe ser no malgastarlo.

Desde un punto de vista crítico, las piscinas domésticas pueden verse como un lujo que origina grandes derroches de agua y energía. Sin embargo, existen algunas recomendaciones que se pueden poner en práctica para disfrutar de un baño más sostenible. Para ello, no es necesario realizar importantes inversiones, sino que se puede conseguir tan solo realizando algunos ajustes.

Reparar las fugas de agua

Uno de los principales problemas en las piscinas que provoca un excesivo gasto de agua son las fisuras en las paredes y el suelo. Dado que no son fáciles de detectar a simple vista, es importante realizar una inspección periódica para arreglar cualquier rotura o grieta por la que se pueden escapar cientos de litros de agua.

Llenar la piscina lo justo

Aunque pueda parecer una recomendación bastante obvia, en muchas ocasiones se suele pasar por alto y se opta por echar más agua de lo necesario con la excusa de que irá mermando. Si no se llega a sobrepasar el nivel óptimo, se consigue ahorrar una cantidad importante de agua dado que no rebosa por los bordes.

Limpiar los filtros adecuadamente

Si se trata de una piscina de grandes dimensiones, como consecuencia, el sistema de filtración también será del mismo tamaño. Por ello, para aprovechar al máximo los recursos en la tarea de limpieza de los filtros, lo más aconsejable es combinar agua y aire a través de un sistema a presión.

Métodos de desinfección sostenibles

La forma habitual de desinfectar una piscina es añadiendo cloro, aunque existen otras fórmulas que permiten mantener el agua durante mucho más tiempo sin necesidad de renovarla. Es el caso del oxígeno activo y la sal que actúan como potentes purificadores y no provocan irritaciones en la piel o los ojos. Con estos métodos no es necesario cambiar el agua cada año, sino que puede perdurar con una calidad adecuada durante 5 o 6 años.

No hay que vaciar la piscina

Lejos de lo que se tiende a pensar en algunos entornos, no es necesario sacar el agua de la piscina cada temporada. Además del derroche que supone, manteniendo lleno el vaso se consigue que su estructura se mantenga intacta durante más tiempo. El líquido consigue reducir las diferencias de temperatura, evitando así posibles fracturas por dilatación.

Para que la piscina no se ensucie demasiado durante el invierno, se debe colocar un cobertor. No obstante, también es interesante utilizar este elemento en verano para proteger el agua del polvo, las hojas o los insectos, así como sobre todo reducir la pérdida que se produce por evaporación y mantener una temperatura agradable.

Aprovechar el agua de la lluvia

La primavera es una época excelente para recolectar el agua que cae de las lluvias. Se puede instalar un depósito donde se vaya almacenando toda la cantidad para después echarla a la piscina. Lo mismo se puede hacer, por ejemplo, con el agua fría de la ducha que se desperdicia hasta que se alcanza la temperatura óptima. A simple vista puede parecer que estos consejos no derivan en un ahorro considerable, pero a largo plazo es posible apreciar los efectos.

Utilizar un limpiafondos automático

Al usar un limpiafondos manual para retirar la suciedad de la piscina se pierde agua irremediablemente. Optando por un modelo automático, la cantidad que se derrocha en el caso anterior, se devuelve al vaso sin necesidad de volver a llenar ni utilizar más desinfectantes para mantener una buena calidad.

Portarse bien para ahorrar agua

Es indudable que la piscina es sinónimo de diversión y de juegos, pero las salpicaduras que se suelen hacer sin ninguna intención tienen como consecuencia el desperdicio de agua. Por ello, conviene disfrutar al máximo este espacio siendo conscientes del gasto que suponen algunos comportamientos.

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