Cómo purgar los radiadores.

Publicado el : 26/04/2016 15:46:10
Categorías : Bricolaje , Hogar

Indice de contenidos:

Cómo purgar los radiadores.

Purgar un radiador con regularidad es una de las tareas más recomendadas para el control de la calefacción. Y es que, durante sus largos periodos de funcionamiento en el invierno los radiadores suelen retener aire en los conductos. Algo que contribuye a reducir la eficiencia de estos equipos que es como decir la del confort del hogar. Un radiador que no es eficiente también se hace candidato a aumentar la factura por gasto de energía. 

Este último punto no es secundario, más bien al contrario, si tenemos radiadores con grandes bolsas de aire, es equivalente a tener zonas frías en el radiador, con lo cual para conseguir un mismo rendimiento calórico necesitaremos subir los niveles de temperatura para compensar esa pérdida y obtener esa misma temperatura ambiente, ya que la superficie de radiador que está emitiendo calor es menor. De hecho el objetivo del purgado de radiadores es obtener un calor homogéneo en todo el aparato, así como una correcta circulación de agua en toda la instalación.

Radiador con hielo.

Radiador poco eficiente.

Purgar un radiador o todos los de casa o de la oficina no es una tarea complicada, sólo hace falta tener algunas herramientas básicas, las ideas claras y alguna habilidad para manejar un destornillador. No hace falta ser un manitas para nada.

Vamos primero con las herramientas necesarias para completar la tarea y luego explicaremos, paso a paso, como hacerla.

Herramientas o elementos necesarios para purgar un radiador.

  • Un rotulador: Con él marcaremos los segmentos y los radiadores que hayamos detectado con menos temperatura para poder reconocer donde están los fallos, sobre todo cuando la revisión alcanza a un número importante de radiadores de un sistema de calefacción.
  • Recipiente para recoger el agua que pueda soltar el radiador durante la tarea del purgado.
  • Un destornillador o llave de radiador: Tanto una como otra, nos ayudarán a abrir la válvula del radiador para proceder al purgado del dispositivo. Algunos fabricantes comercializan sus equipos con llaves de apertura exclusivas.

Destornillador punta plana.

Destornillador punta plana.

Pasos a seguir para el purgado de un radiador:

Encender: lo primero es encender la calefacción y poner en marcha todos los radiadores. Hay que esperar un tiempo, una media hora más o menos, antes de pasar al segundo paso. La idea es que todos los radiadores tengan presión suficiente para poder forzar el aire retenido hacia afuera.

Comprobar: qué radiadores no está completamente calientes y hay que purgar. Se trata de revisar elemento a elemento de cada radiador e identificar cuáles radiadores no se están calentando correctamente. Hay que tocar con la mano, siempre con mucho cuidado de no quemarse, para ver si hay elementos del radiador que no calientan. Como indicación, las zonas más afectadas por burbujas de aire suelen ser las superiores, donde es más fácil que queden atrapadas la bolsas de aire; las zonas más frías coinciden con las partes en las que el agua no circula, con lo cual es importante tocar los radiadores en la parte alta y en la parte baja para ver si hay mucha diferencia de temperatura. Si son varios los radiadores que tienen el mismo problema, es conveniente marcar los puntos fríos con un rotulador para luego reconocerlos.

Orden del purgado. Hay un dato que no se suele tener en cuenta, y es el orden idóneo en el que debemos de efectuar el purgado de los radiadores. En el caso de que la casa sea de dos plantas, bien una vivienda unifamiliar o un duplex, lo más habitual es que la caldera se encuentre en la planta inferior. Si es así, lo más normal es que la bolsas de aire se acumulen especialmente en los radiadores de la zona superior. En este caso debemos de empezar la purga por los radiadores de esta planta.

En el caso de que sea una vivienda en una sola planta o un apartamento, el orden correcto será empezar a purgar los radiadores que se encuentren más cerca de la caldera, ya que son los primeros en recibir el flujo de agua y si estos tienen grandes bolsas de aire, a buen seguro pueden influir en que el flujo de líquido no llegue adecuadamente a los que están más alejados del comienzo del circuito.

Apagar: una vez detectada la zona que nos interesa, hay que apagar la calefacción. A continuación, con el destornillador de punta plana o con una llave de mano específica, se abre una válvula situada en la parte superior de cada radiador. Ábrala con cuidado para hacer salir el aire a presión. Oirá un sonido silbante muy característico e indicativo de que se está expulsando aire. Tenga cuidado porque en caso de abrir más de la cuenta puede salir algo del agua, tenga una taza a mano para colocar debajo del purgador. Sacado el aire, y justo cuando el aire deja de silbar y sale el agua sin burbujas hay que cerrar rápidamente.

Verificar: a continuación hay que verificar la presión del sistema en la caldera ya que si es inferior a la recomendad por el fabricante hay que recargar el sistema de calefacción; normalmente los equipos disponen de una toma para esas eventuales cargas. Conviene, con posterioridad al llenado, hacer una prueba en caliente para comprobar que no hay escapes y que la presión es también la recomendada por el fabricante.

Si seguimos percibiendo ruidos de burbujas de aire en los radiadores, debemos de volver a revisarlos hasta que estos desaparezcan. 

Las auténticas ventajas de purgar los radiadores

El purgado regular de los radiadores de casa o de la oficina nos garantiza el correcto funcionamiento de la calefacción y un ahorro de energía que se traducirá en un recibo de calefacción más ajustado al uso. Este es un punto muy a tener en cuenta, ya que si los radiadores tienen zonas con aire, estas reducirán el potencial calórico del radiador y tendremos una tendencia a aumentar el consumo de la calefacción para conseguir una misma temperatura.

Por otra parte nos evitaremos los ruidos, normalmente los sistemas de calefacción con burbujas de aire producen ruidos continuos, con la molestia que esto representa. De modo que es muy recomendable que antes de comenzar las estaciones frías, revisemos nuestros radiadores para ver si necesitan ser purgados, ya que los largos periodos de inactividad veraniega pueden facilitar las burbujas de aire.

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