Ningún producto
Los precios se muestran con impuestos incluidos
Publicado el : 19/11/2021 10:37:30
Categorías : Cuidados del jardín , Trucos de jardinería
Cuando las temperaturas comienzan a bajar, es momento de pensar en proteger las plantas que se encuentran a la intemperie para evitar que se dañen por las heladas que se suceden durante la noche. Aunque existen algunas especies que resisten el frío de forma estoica, otras necesitan resguardarse, sobre todo si están recién cultivadas o si se trata de ejemplares especialmente delicados.
La escarcha tiene lugar si los grados que marca el termómetro están por debajo de cero, lo que provoca que se forme hielo sobre las hojas, las flores, los tallos y la tierra. Esta situación suele originar graves daños que, en muchas ocasiones, son imposibles de solucionar. Por lo tanto, para evitar que ocurra es recomendable poner en práctica algunas medidas.
Es obvio que durante el invierno se debe disminuir la frecuencia de riego de las plantas, así como la cantidad de agua que se utiliza cada vez. Es importante seguir esta recomendación al pie de la letra durante los días en que se produzcan heladas. En su lugar, es preferible optar por el riego mediante aspersión para garantizar que cuentan con la humedad suficiente, pero sin llegar a encharcar.
Asimismo, es fundamental asegurarse de que todas las macetas y/o arbustos cuentan con un drenaje adecuado para evitar que la tierra acumule más agua. Si la temperatura es muy baja y no se consiguen evacuar los fluidos sobrantes, puede ocurrir que se congele, causando un perjuicio mayor en la planta.
Este consejo es uno de los más eficaces para evitar que las plantas se dañen durante las heladas. Para ello, se pueden utilizar multitud de elementos que se encuentran fácilmente en cualquier tienda especializada. Desde telas antiheladas que consisten en una malla térmica hasta cualquier tejido ligero que se tenga en casa, pasando por cartones, mantas, plásticos, fundas, etc.
Para cubrir de forma correcta es preciso comprobar que la cobertura llega hasta el suelo y que no ha quedado ningún hueco abierto. También es conveniente colocar algún palo o estaca para evitar que la tela o el cobertor que se utilice esté en contacto directo con la planta.
Por otro lado, es importante cubrir las plantas antes de que anochezca, es decir, previamente a que empiece a helar. De este modo, es posible conservar el calor que se haya generado durante el día para que se mantenga en el interior del recubrimiento. Asimismo, en el momento en que salga el sol de nuevo, se debe retirar la capa y dejar la planta al aire libre.
Esta solución más profesional se recomienda cuando se cuenta con una cantidad considerable de plantas. La principal ventaja de este tipo de invernaderos es que se pueden adquirir fácilmente en el mercado y, además, son desmontables. De este modo, se consigue que todas las especies se encuentren totalmente a resguardo durante las heladas.
Estos mini invernaderos son perfectos para colocar en cualquier balcón o terraza, ya que se pueden montar y quitar sin ningún problema. Normalmente, cuentan con una estructura de hierro y varias repisas para poner las macetas; todo cubierto con un plástico que se puede abrir y cerrar a través de una cremallera.
Esta técnica consiste en cubrir el suelo donde esté sembrada la planta o la tierra de la maceta con una capa de materiales orgánicos o inorgánicos (hojas, ramas, musgo, grava, paja, cortezas de los troncos, etc.). Este mantillo crea una capa de protección para las raíces frente a las heladas y las bajas temperaturas, evitando que las plantas mueran como consecuencia de una congelación.
El motivo de proteger la parte inferior con este tipo de acolchado se debe a que, en caso de sufrir una escarcha, es probable que no se recupere posteriormente. Sin embargo, la zona de las hojas, las flores y los tallos puede llegar a brotar de nuevo con el comienzo de la primavera.
Del mismo modo, cuando se produzcan nevadas es recomendable no quitar la nieve de las macetas o del jardín. Aunque parezca impensable, esta capa blanca consigue proteger las raíces frente a las bajas temperaturas.