¿Cómo limpiar los radiadores?

Índice de contenidos

• ¿Cómo limpiar los radiadores?
• Limpiar los radiadores por fuera
• Limpiar los radiadores por dentro
• Problemas que presentan los radiadores sucios

¿Cómo limpiar los radiadores?

Los radiadores son unos elementos indispensables en la mayoría de los hogares, sobre todo durante los meses más fríos. Es importante tener en cuenta que durante el invierno están funcionando muchas horas al día y en verano quedan relegados a un segundo plano llegando a acumular una cantidad considerable de polvo.

Por ello, en cualquier época del año es importante limpiar los radiadores, sobre todo la suciedad que se deposita en los huecos más inaccesibles. Esto significa que estas piezas se deben adecentar tanto por fuera como por dentro.

Limpiar los radiadores por fuera

La limpieza de la cara externa de los radiadores no implica demasiados problemas. Tan solo hay que pasar un trapo o un plumero por la superficie para retirar el polvo, las pelusas u otros restos de suciedad que se hayan acumulado.

Limpiar los radiadores por dentro

La limpieza de esta parte de los radiadores es algo más complicada que en el caso anterior. No obstante, ello no debe ser una excusa para no realizar esta tarea al menos una vez al año. Además, es importante que los radiadores estén apagados y completamente fríos antes de ponerse manos a la obra:

• En primer lugar, es aconsejable preparar la superficie colocando papeles o paños para evitar que se ensucie todo el espacio que hay alrededor.
• Una opción para realizar esta tarea es pasar un plumero o un cepillo especial por las ranuras que conforman la parte interna. Si hay mucha suciedad, el utensilio utilizado se puede humedecer en agua con jabón y moverlo de arriba abajo con cierta fuerza.
• Otra alternativa consiste en suministrar aire directamente con un secador de pelo para desplazar toda la suciedad hacia el suelo. Por norma general, para un conseguir un resultado impecable es preciso complementar esta solución con un paño húmedo para retirar cualquier resto que haya quedado.
• Si se dispone de un equipo de limpieza a vapor, su efectividad es tal que, en cuestión de minutos, el radiador se queda impecable, ya que estas máquinas consiguen retirar incluso la suciedad más difícil.
• Independientemente del método utilizado, es necesario secar por completo todo el radiador para evitar que se oxide.

Problemas que presentan los radiadores sucios

Si no se adoptan las medidas adecuadas de limpieza de los radiadores, es posible que con el paso del tiempo aparezcan los siguientes problemas:

• La suciedad puede poner en jaque el correcto funcionamiento del radiador. Si existe polvo u otras partículas en el interior, el esfuerzo para calentar una estancia es mucho mayor.
• La menor eficiencia energética se traduce en un consumo más alto para conseguir un ambiente agradable, por lo que la suciedad significa un mayor desembolso en la factura mensual.
• El polvo que se acumula en las paredes de los radiadores suele desprender un olor desagradable cuando se quema por las altas temperaturas.
• Es bastante común que la suciedad se vaya filtrando por el interior del mecanismo de los radiadores. Si esto sucede, es probable que las averías no tarden en aparecer.
• Al igual que el polvo que se deposita en otros elementos de la vivienda, en el caso de los radiadores también supone un foco de alergias. Por ello, para evitar determinados problemas de salud es imprescindible mantener estos dispositivos siempre impolutos.

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