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Publicado el : 19/08/2021 10:42:25
Categorías : Bricolaje
Concretamente, la imprimación en madera se basa en aplicar un producto sellante en la superficie antes de empezar con la pintura o también para evitar que se dañe. Este producto consiste en un líquido similar al barniz que consigue tapar los poros que se forman en la madera, por lo que es fundamental para conseguir un acabado perfecto en nuestros muebles. Este método no hace ningún daño a la madera, sino que de forma contraria permite que la superficie luzca un mejor acabado.
La imprimación se puede realizar en diferentes superficies:
La imprimación en madera puede realizarse con selladoras pigmentadas, indicadas para sellar los poros en la madera y regularizar la superficie sobre la que estamos trabajando. Es un sistema óptimo para sellar e igualar los acabados de barniz. Por otro lado, se pueden emplear selladoras incoloras, especialmente indicadas para madera exterior (exceptuando las maderas exóticas). Además de sellar la madera, evitan que aparezcan hongos o insectos en la superficie que puedan estropear nuestros muebles o vayas.
Las ventajas de aplicar la imprimación en madera se basan en ofrecernos un mejor acabado y salud para los muebles y superficies, permitiendo también aplicar una menor cantidad de pintura para conseguir un resultado óptimo.
La imprimación puede ser de diferentes colores: blanca, negra, gris, roja o de tonos verdosos. El color de la imprimación influye en el acabado final del pintado. Se debe elegir el color según la función que queremos que cumpla la imprimación, la superficie sobre la que se va a aplicar y la pintura final. Por eso hay que elegir el que más se adecúe al resultado que quieras obtener y a las condiciones en las que se va a aplicar.
En función de la imprimación podemos encontrarnos con:
Se debe tener también en cuenta la intensidad que posee el sellador que queramos adquirir, el rendimiento que también vendrá indicado en el envase, o el formato, teniendo en cuenta las herramientas que queramos utilizar para imprimar, ya sean brochas o rodillos.
No sólo hay que preparar la madera antes de aplicar a pintura, también hay que prepararla de forma previa a la aplicación de la selladora, especialmente cuando la superficie de la madera nunca ha recibido ningún tipo de pintura u otro tipo de cobertura. Para ello es necesario lijar la madera y asegurarnos de que esté lo más lisa posible. Si las deformaciones persisten, puedes aplicar un poco de masilla u optar por dar otra capa a mayores de imprimación. No es recomendable comenzar con la imprimación sin haber lijado la madera antes, dado que el resultado perderá calidad.
1) En primer lugar, limpiaremos la madera y empezamos por usar la lijadora sobre la superficie, buscando que quede lo más lisa posible.
2) Una vez la madera esté preparada, abre el envase del producto imprimante que vayas a necesitar, sin aplicar agua ni otra sustancia directamente sobre el envase. Prepara el producto o mezcla en otro recipiente que te sirva para aplicar la capa.
3) Con la brocha o rodillo, reparte de forma uniforme el producto sobre la madera.
4) Deja que el producto seque durante unas 24 horas. También existen imprimaciones de secado rápido que pueden estar listas en 2 horas. Si es necesario puedes aplicar una segunda capa una vez se haya secado la primera. Para conservar los productos debes tener cuidado con las altas temperaturas y guardarlo en un lugar fresco y seco.
5) En el caso de que quieras pintar la madera, sólo debes esperar a que el producto esté completamente seco.
Gracias a esta cobertura de imprimación, tus maderas lucirán mejor una vez pintadas. Dedicar un poco más de tiempo nos permitirá conservar nuestros muebles, paredes y estructuras de madera de forma duradera con poco esfuerzo.