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Tradicionalmente, siempre se ha dicho que las casas duraban el tiempo que el tejado se mantuviera en buenas condiciones. Sin embargo, en la actualidad se han desarrollado sistemas innovadores que permiten optimizar los recursos y alargar la vida útil de los materiales que se colocan en el techado de las viviendas.
Uno de los signos más característicos de nuestro país son las cubiertas de los inmuebles con tejas de cerámica colocadas de forma inclinada. Esta forma de tapar una vivienda se lleva repitiendo desde tiempos inmemorables, aunque ahora es posible incorporar una nueva medida que incrementa la eficiencia energética y permite que el conjunto se mantenga intacto durante mucho más tiempo. Es lo que se conoce como tejados ventilados o cubiertas ventiladas.
¿Qué son los tejados ventilados?
Desde siempre, las tejas se han colocado con pasta para conseguir adherirlas a la superficie. Sin embargo, este método era una de las principales causas de la aparición de humedad y mala ventilación. Para solventar este problema, en la actualidad, los nuevos tejados ventilados incorporan un nuevo sistema de acoplamiento que resulta mucho más efectivo.
Este procedimiento, muy utilizado en Europa y Estados Unidos, consiste en colocar las tejas sobre un listón de madera con un adhesivo especial. De esta forma, se consigue una adhesión completa, aunque mucho más ligera, mientras se crea una cámara de ventilación debajo de la teja por donde el aire puede circular para conseguir un mayor ahorro energético. Así, el diseño correcto y seguro de un tejido ventilado incorpora las siguientes capas.
- Una primera capa que transpira y es impermeable si la cubierta es de madera. En el supuesto de que el techo sea de ladrillo o cemento, no es necesario ejecutar este primer paso.
- En segundo lugar, se debe colocar una capa aislante. Su grosor debe ajustarse a la normativa vigente que aplica en la construcción de los inmuebles residenciales.
- Por encima, tiene que montarse otra capa que transpire y, al mismo tiempo, sea impermeable también. De este modo, se crea una barrera para impedir que pase el vapor que se crea en el interior de la vivienda.
- Este punto consiste en la aplicación de una doble capa de listones, una en dirección vertical y otra en horizontal. Además de actuar como zona de ventilación del tejado, también constituye la estructura para fijar el tejado.
- Por último, se dispone la cubierta como tal, ya sean tejas, chapas, etc.
Ventajas de los tejados ventilados
- Las cubiertas ventiladas mejoran enormemente el confort dentro de la vivienda, ya que permite que se produzca una ventilación adecuada en cualquier época del año.
- Este sistema es una garantía de conservación de la integridad de los materiales que se emplean en la construcción del techado.
- Dado que el tejado ventilado cuenta con un espacio intermedio por donde puede circular el aire, se consigue disipar el calor y el aire viciado que se llega a acumular en la vivienda.
- Esta forma de disponer la cubierta permite que las tejas tengan un pequeño margen de movimiento para adaptarse a los cambios de temperatura, sin que la fijación se vea comprometida. Así, se evitan las roturas tan frecuentes en los tejados que no incorporan este novedoso sistema.
- La impermeabilización del techado está garantizada, lo que deriva en crear un ambiente más fresco durante el verano y conservar el calor en invierno. Además, cuando las temperaturas empiezan a caer, los tejados ventilados evitan que se produzcan los problemas de condensación por su mayor resistencia al frío y la humedad.
- En el proceso de instalación, algunas empresas utilizan materiales reciclables de primera calidad, por lo que de este modo también es posible beneficiarse de una cubierta sostenible.
- El montaje de un tejado ventilado se puede realizar rápidamente, sin que suponga un gasto excesivo en comparación con todas las ventajas que reporta al inmueble.
- En este tipo de cubiertas no se crean placas de hielo en invierno, así como tampoco moho que va deteriorando poco a poco la superficie.
- Estos tejados ventilados se pueden instalar en cualquier punto geográfico, aunque donde se aprecian más sus efectos es en las zonas con clima húmedo y frío.