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Publicado el : 18/12/2020 12:23:50
Categorías : Calefaccion , Construcción
Al hablar de chimeneas, lo más común es imaginarse un fuego de leña en un ambiente cálido y acogedor. Sin embargo, es posible conseguir el mismo efecto sin necesidad de utilizar troncos de madera como combustible. Un ejemplo de ello son las chimeneas eléctricas que además de servir como sistema de climatización, también se presentan como un elemento decorativo muy interesante.
Este tipo de chimeneas son una alternativa a los modelos tradicionales de leña, gas o bioetanol. Se caracterizan por funcionar de un modo mucho más limpio y seguro, así como por decorar mientras aportan calidez.
Lejos de lo que se tiende a pensar, las chimeneas eléctricas no son únicamente un elemento de decoración. Se trata de un sistema de calefacción que puede calentar sin ningún problema cualquier estancia de una vivienda o servir de complemento en caso de grandes espacios. Esto se consigue gracias a la resistencia eléctrica que incorporan en el interior, la cual puede tener una potencia entre 1.000 y 2.000 vatios.
Su estética simula a una chimenea convencional a través de la incorporación de troncos y carbón falsos, y un sistema de iluminación que recrea las llamas y las brasas propias de una candela. Con este conjunto se consigue una sensación de fuego muy parecida a la realidad.
Las chimeneas eléctricas funcionan simplemente conectándose a la red eléctrica e incorporando dos sistemas muy sencillos:
En cuanto al manejo de las chimeneas eléctricas no existe mayor complicación: desde el panel de control se puede apagar y encender, así como regular la temperatura o la simulación con luces. Estos dispositivos también suelen incluir un mando a distancia, por lo que se pueden controlar desde cualquier sitio.
Dado que las chimeneas eléctricas se suelen utilizar casi siempre como apoyo de otro sistema de climatización más potente, su consumo es bastante moderado. El gasto de energía varía según la potencia que tengan las resistencias, las cuales oscilan entre 1.000 y 2.000 vatios, como hemos comentado.
En este sentido también entran en juego otros factores, como por ejemplo el frío que haga en la vivienda, el modelo de chimenea y los distintos niveles de regulación que incorpore. Asimismo, se debe tener en cuenta que el consumo de electricidad es mayor si se enciende la pantalla que recrea el fuego.