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Publicado el : 29/05/2019 11:46:36
Categorías : Bricolaje , Hogar
Podría decirse que ningún cuarto de baño se libra en algún momento de sufrir un atasco en el desagüe de la ducha. Al igual que cualquier otro conducto por donde pasa agua y residuos habitualmente, es susceptible de obstruirse. De hecho, el lugar donde nos bañamos es uno de los más susceptibles de presentar este problema, ya que la acumulación de jabón, pelos, cal y otros restos derivan en ello.
Aunque la mayoría de estos taponamientos se pueden solucionar fácilmente poniendo en práctica algunos métodos o empleando ciertos productos, siempre es mejor evitar que aparezcan adoptando algunas medidas preventivas. Es la mejor forma de prevenir que la situación derive en consecuencias mayores o de lo contrario, el agua puede llegar a rebosar y salirse de la ducha, con los consiguientes daños en el suelo del baño.
Si ninguna de estas opciones funciona, siempre se puede recurrir a los productos químicos que se venden en cualquier supermercado, aunque conviene tener en cuenta que la abrasión de sus fórmulas puede originar algunos daños en las tuberías. En estos casos, lo más aconsejable es contactar con un fontanero para que intervenga y devuelva la normalidad a la ducha.
Una de las máximas para prevenir en la medida de lo posible que se produzcan continuos atascos en el desagüe de la ducha hace referencia a la limpieza periódica. Además de fregar el plato con lejía u otro producto específico para el baño, se deben eliminar todos los pelos que se hayan ido acumulando. Si se obvia este paso, estos restos finalmente pasarán al conducto e irán originando una masa densa.
Junto a ello, colocar una rejilla protectora en el desagüe es básico para albergar todos los residuos que se puedan originar al ducharse, tanto del cuerpo como de la cabeza. No obstante, también es aconsejable limpiar la tubería cada cierto tiempo, antes de esperar a que se origine una obstrucción. En este sentido, es muy eficaz añadir una de las soluciones que hemos comentado antes para retirar la suciedad (vinagre y bicarbonato de sodio).
Otro consejo consiste en limpiar también el cabezal de la ducha porque, aunque este elemento tiende a pasar desapercibido, en el mismo se suele acumular una gran cantidad de cal procedente del agua. Para ello, se puede aplicar algún producto antical o emplear un cepillo de dientes que alcance a todas las ranuras.
Conviene tener en cuenta que los problemas de atascos en las duchas no solo obstaculizan el paso del agua, sino que con bastante frecuencia suelen ser la causa de malos olores y otros problemas más graves en las tuberías.