Cómo ahorrar en calefacción

Indice de contenidos:

• Elige la mejor tarifa.
• Renueva la caldera.
• Purga los radiadores.
• Procura que no se escape el calor.
• Aprovecha el calor del sol.
• Apaga los radiadores de las habitaciones vacías.
• Selecciona una temperatura razonable.
• Ventila con moderación.
• Utiliza un temporizador.

Cuando llega el momento de encender la calefacción nos suele inundar una cierta preocupación por el importe de la factura al que tendremos que hacer frente. Durante los meses de más frío, el simple gesto de poner en marcha los radiadores puede llegar a representar casi el 50% del gasto energético de una vivienda. Aun así, entran en juego diferentes factores, como por ejemplo la temperatura, el acondicionamiento de la casa y, sobre todo, algunos errores que solemos cometer que hacen que se incremente el desembolso.

A continuación te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a ahorrar algo de dinero en calefacción cada mes.

Elige la mejor tarifa.

Obviamente, la mejor forma de gastar menos en calefacción es elegir una tarifa que permita pagar menos. En la actualidad encontramos diferentes proveedores de energía que ofrecen varios planes que se ajustan a las necesidades de cada hogar. Solo hay que analizar las distintas ofertas y elegir aquella compañía que mejor se adapte a nuestros hábitos de consumo.

También es interesante prestar atención a las empresas que cuentan con packs de luz y gas, ya que de esta forma se puede obtener un descuento mayor. Del mismo modo, conviene elegir una tarifa en la que se incluyan no sólo el abastecimiento de gas, sino también el mantenimiento de la caldera o el servicio de reparaciones, entre otros.

Atención a la instalación del sistema de calefacción .
Aunque no está en nuestra mano controlar este punto, a no ser que seamos unos profesionales de la fontanería, lo cierto es que una mala instalación de la caldera o de los radiadores puede derivar en un incremento del gasto. Por ello, antes de que comience el invierno, es fundamental que un técnico revise todo el sistema para ponerlo a punto y conseguir que funcione sin derrochar.

Renueva la caldera.

En el caso de que tu caldera ya sea antigua, probablemente estés pagando facturas más altas que si contaras con una nueva. Si tu bolsillo te lo permite, es recomendable cambiarla por un modelo más eficiente que caliente mejor y consuma menos. No obstante, existen ayudas económicas por parte de las comunidades autónomas para mejorar la eficiencia energética de los hogares y que se pueden utilizar para renovar la caldera.

Purga los radiadores.

Si has oído miles de veces esta frase pero aún no sabes exactamente cómo se realiza esta tarea, te informamos de que básicamente consiste en sacar el aire que se ha acumulado en los conductos durante los meses de inactividad y que impide que el calor se distribuya de forma homogénea.
Simplemente hay que localizar el purgador del radiador que se encuentra en uno de los laterales y que se asemeja a una especie de tornillo. Utiliza un destornillador para aflojarlo y cuando comience a salir agua, vuelve a apretar. Así de sencillo.

Procura que no se escape el calor.

Una vivienda con los sistemas de cierre adecuados mantiene el calor sin que se escape por ninguna ventana o puerta. Para notar cierto ahorro en calefacción es fundamental que las ventanas sean de doble cristal o cuenten con algún tipo de aislante.
También hay que prestar atención a las rendijas de ventilación y otros huecos que influyen en que la estancia esté más o menos confortable. Si éstos últimos no se pueden tapar, se puede consultar con un profesional sobre otras alternativas.

Aprovecha el calor del sol.

Si el día está soleado, es aconsejable subir las persianas para que entren los rayos de sol en la vivienda y caldeen el ambiente. Sin embargo, cuando está nublado o anochece, es preferible hacer la acción contraria, es decir, bajar las persianas y correr las cortinas para mantener la temperatura en el interior del inmueble.
Radiadores libres de obstáculos
Aunque se suelen utilizar cubreradiadores para dar un toque decorativo a la vivienda, es preferible que los radiadores no estén tapados con ningún mueble para que puedan desprender el calor sin ningún impedimento.
Lo mismo ocurre con la costumbre de colocar la ropa mojada sobre ellos para que se seque antes. Con esta práctica, el dinero que ahorramos por no utilizar la secadora, se estará trasladando a la calefacción. Es preferible colocar un tendedero al lado del radiador antes que taparlo por completo.

Apaga los radiadores de las habitaciones vacías.

Aunque hay opiniones de todo tipo, si en la vivienda hay alguna habitación que no se utiliza habitualmente, conviene apagar los radiadores de la misma para reducir el gasto en calefacción.

Selecciona una temperatura razonable.

El objetivo de los sistemas de calefacción es crear un ambiente agradable, lo que no significa que en pleno invierno podamos estar en casa en manga corta. Para evitar un desembolso excesivo es aconsejable mantener una temperatura que oscile entre 20 y 21 grados durante el día y entre 17 y 19 por la noche.

Apaga la calefacción mientras estás fuera.

Está comprobado que el gasto es menor si apagamos la calefacción durante el tiempo que no estamos en casa en lugar de mantenerla encendida para que el interior conserve una determinada temperatura. Aunque el consumo del sistema será algo más intenso cuando se vuelve a poner en funcionamiento, en definitiva es inferior al que necesita si está en constante actividad.

Ventila con moderación.

Para renovar el aire de la casa y no bajar demasiado la temperatura interior, es suficiente con abrir las ventanas durante 10 o 15 minutos por las mañanas, fundamentalmente durante las franjas de hora en las que hace más sol.

Utiliza un temporizador.

Si queremos que nuestra vivienda se encuentre a una temperatura determinada cuando nos levantemos o al llegar del trabajo, la solución perfecta es instalar un temporizador. De esta forma podemos elegir que la calefacción comience a funcionar a la hora que queramos. Es preferible recurrir a esta solución para gastar menos antes que seleccionar una temperatura elevada para que la estancia se caliente antes.

Con estos trucos y consejos conseguirás ahorrar algunos euros en calefacción a final de mes. Y tú, ¿sigues otras recomendaciones en tu hogar para reducir la factura de gas?

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