Ningún producto
Los precios se muestran con impuestos incluidos
Publicado el : 14/05/2021 16:15:31
Categorías : Bricolaje , Hogar
Cada cierto tiempo suele ser habitual que surja la necesidad de renovar el estilo del lugar donde vivimos. Cambiar el color de las paredes o de los objetos que conforman el entorno más inmediato es una de las mejores maneras de aportar novedad y viveza. En este cometido entran en juego una amplia gama de productos que conviene conocer para elegir la opción que mejor se ajuste al resultado que se pretende conseguir.
Una alternativa interesante son los esmaltes sintéticos que, lejos de lo que se tiende a pensar, presentan múltiples diferencias en relación con las pinturas que llevan el mismo adjetivo. Si se tienen dudas, lo más recomendable es recurrir a un experto que pueda ayudar a tomar la mejor decisión para cada caso en concreto.
Los esmaltes se pueden definir como un tipo de pintura especial para unas aplicaciones concretas. A grandes rasgos existen dos grandes clases: los esmaltes al agua y los sintéticos. Ambas opciones ofrecen acabados impecables, sobre todo en madera y metal.
A diferencia de las pinturas, estos productos tienen unas características superiores en cuanto a adherencia y resistencia. Además, la capa final que se obtiene es más lisa y sumamente fácil de limpiar, por lo que no es necesario aplicar nada más para obtener un buen resultado y conseguir que dure intacta durante un largo tiempo.
En el mercado es posible encontrar diferentes acabados que se acomodan a la perfección a las necesidades puntuales, tales como mate, brillo, satinado, etc. Teniendo en cuenta sus particularidades, los esmaltes son una de las opciones más demandadas para renovar el aspecto de los muebles y las superficies que se encuentran habitualmente en el exterior.
Los esmaltes sintéticos son uno de los grandes grupos de los esmaltes. Se caracterizan sobre todo por estar diluidos en disolvente sintético o aguarrás mineral, en lugar de utilizar una base de agua como es el caso de los esmaltes acrílicos. Además, el ligante que se utiliza en este producto es una modalidad de plástico que proviene del petróleo.
El adjetivo sintético hace referencia a un proceso de fabricación artificial, donde se imitan las propiedades de ciertas resinas naturales. Como consecuencia de su composición, el olor de este tipo de esmalte suele ser bastante fuerte, por lo que se recomienda utilizar siempre mascarilla durante su aplicación o ventilar adecuadamente el espacio.
Gracias a la utilización de resinas alquídicas, los esmaltes sintéticos ofrecen una mayor flexibilidad y resistencia frente a los golpes o arañazos. Aunque tarden más tiempo en secarse, la espere compensa por los múltiples beneficios que aporta en los muebles u objetos que están sometidos a un desgaste superior.
Esta clase de esmalte se puede utilizar tanto en espacios interiores como exteriores, ya que presenta una alta resistencia a cualquier factor externo. Además, permite cubrir por completo la superficie donde se aplica, independientemente del material de que se trate.
A diferencia de los esmaltes acrílicos, los sintéticos se aplican de un modo más sencillo. De igual modo, el resultado es un aspecto más suave y liso, sin que sea necesario dar más capas para nivelar algunas partes.
Pese a que los esmaltes sintéticos tienen múltiples usos, es recomendable seguir siempre las indicaciones del fabricante y evitar, en la medida de lo posible, aplicarlos sobre superficies que permanecen continuamente bajo el agua o sobre las que se vayan a suministrar agentes químicos.
Fuera de estos casos, en condiciones normales se deben tener en cuenta algunas recomendaciones: