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Publicado el : 12/06/2019 11:19:55
Categorías : Bricolaje , Hogar
La puerta de entrada de una vivienda es un elemento de defensa para salvaguardar la seguridad dentro del hogar. Teniendo en cuenta que es una de las partes más importantes, conviene añadir las soluciones que sean precisas para reforzarla lo máximo posible. El objetivo es sentirse totalmente protegido cuando se está en casa y, del mismo modo, tener la tranquilidad de que nadie puede entrar cuando se encuentra vacía.
En la actualidad, los ladrones ponen en práctica infinitas formas de acceder a las viviendas, por lo que cuando no se cuenta con el dinero suficiente para invertir en una puerta blindada o acorazada, es posible recurrir a algunas alternativas para ponérselo difícil a los amigos de lo ajeno. Por suerte, en el mercado se pueden encontrar múltiples soluciones cuyo objetivo es reforzar las puertas y mejorar la seguridad.
Si la puerta de entrada de una casa tiene ya una cierta antigüedad, el primer paso para aumentar la protección en el interior es sustituir el bombín por un modelo más actual y de calidad. Se trata del elemento donde se introduce la llave para abrir y cerrar, y aunque parezca imposible, sus características inciden en la seguridad de la puerta.
La mejor elección pasa por elegir un nuevo cilindro que haga imposible practicar la técnica del bumping, así como introducir una palanca, un taladro o una copia de la llave.
En las puertas de las viviendas de las comunidades de propietarios no es nada extraño ver dos e incluso hasta tres cerraduras. En el caso de contar con un solo punto de cierre, añadir otro más es una solución viable para incrementar su resistencia.
En este caso, es posible optar entre colocar otro bombín o bien instalar un cerrojo con protección igualmente antitaladro, antibumping y antipalanca en la parte interior para que sea invisible desde fuera. En este último caso, los cerrojos de barra con llave de seguridad constituyen una alternativa bastante eficaz en las puertas de madera, hierro y aluminio.
Este sistema es tremendamente útil para garantizar la seguridad cuando los inquilinos de la vivienda son algo despistados. Si con bastante frecuencia se ha pasado la noche con la puerta abierta, un cierre automático asegura un atranque completo incluso cuando no se hace de forma manual.
El escudo es una pieza que rodea el bombín para proteger éste y la cerradura. De esta forma, se evita que pueda ser extraído con facilidad, aunque para un mayor reforzamiento es recomendable que el material sea bastante macizo, como el acero.
Una mirilla permite descubrir quién se encuentra al otro lado de la puerta, pero para incrementar la seguridad de forma notable, no basta con instalar cualquier modelo. La mejor opción es una mirilla electrónica o digital que permite ver con una mayor claridad sin que la otra parte se percate.
Estos elementos incluyen una pantalla LCD y se pueden instalar sin demasiadas complicaciones. Además, merece la pena invertir en un producto que cuente con infrarrojos para poder observar por la noche con nitidez. Cabe tener en cuenta que existen modelos más avanzados capaces de grabar imágenes o hacer fotos.
Aunque se necesita un presupuesto superior, la domótica es una gran aliada en cualquier vivienda para intensificar la protección de la puerta de entrada. Simplemente a través del móvil u otro dispositivo electrónico se puede controlar quien llama a la puerta o intenta entrar por la fuerza, siempre que se cuente con cámaras conectadas que detecten el movimiento.