Tanto los tubos rígidos como los tubos corrugados se utilizan en instalaciones eléctricas para proteger los cables eléctricos. Sin embargo, existen algunas diferencias entre ellos que pueden hacer que uno sea más adecuado que otro para una determinada aplicación.

• El tubo rígido, también conocido como conducto rígido, está fabricado en metal y es muy resistente. Este tipo de tubo se utiliza en instalaciones eléctricas donde se requiere una protección muy fuerte contra golpes mecánicos y otros daños físicos. Debido a su resistencia, el tubo rígido es ideal para instalaciones en exteriores o en áreas donde se espera que los cables eléctricos estén expuestos a impactos y vibraciones.
• Por otro lado, el tubo corrugado está hecho de plástico flexible y tiene un aspecto ondulado. Este tipo de tubo es más fácil de instalar que el tubo rígido, ya que puede ser doblado y manipulado para adaptarse a la forma de la estructura en la que se está instalando. El tubo corrugado también es más liviano que el tubo rígido y es menos costoso.

En general, se puede decir que el tubo rígido se utiliza para instalaciones eléctricas que requieren una protección más fuerte y que estarán expuestas a golpes mecánicos y otros daños físicos. Por otro lado, el tubo corrugado se utiliza para instalaciones eléctricas más flexibles y adaptables, en las que no se espera que los cables estén expuestos a grandes cantidades de estrés mecánico.