El colador de miel o filtro de miel se utiliza la la liberación de impurezas antes del envasado de este producto. Durante la cata de miel, se pueden llegar caer dentro del extractor, de los calderos o del madurador trozos de cera, madera de los cuadros o restos de las abejas. Gracias al colador, eliminamos la mayor parte de estas impurezas y logramos una miel más fina. Dependiendo de donde queramos colocar el colador, incorporaremos de un tipo u otro, ya que en cada fase de la extracción de miel buscamos diferentes objetivos:

• Colador de miel con patas: Suelen tratarse de coladores de miel de extensión y posición fija, pues incorporan una serie de patas para su apoyo en los cubos. Es habitual encontrar estos tipos de coladores en una primera fase de limpieza, según cae la miel del extractor de miel a un cubo. Tienen una rejilla más amplia y retienen las impurezas de mayor tamaño para evitar un colapso de la miel.

• Colador de miel extensible: Es habitual encontrar este artículo de apicultura en un segundo filtrado de la miel para la limpieza de las impurezas. Al tener un sistema de apoyo extensible, podemos utilizar el colador en los maduradores. Por norma general, estos coladores de miel tienen una rejilla un tanto más opaca que los anteriores, por lo que dejan pasar una menor cantidad de impurezas, logrando como resultado final una miel más limpia y que tras el proceso de maduración apenas tengamos que eliminar restos.