El cepillo de carpintero es una herramienta tan tradicional que un buen cepillo antiguo, puede ser incluso una pieza de coleccionista de antigüedades. Hoy en día aunque siguen existiendo los cepillos clásicos, incluso siguen siendo los preferidos por muchos usuarios, hay impresionantes evoluciones de esta herramienta de otros materiales y con acabados mucho más ergonómicos y cómodos para trabajar.

Aunque también su principal función sigue siendo el rebaje de la madera, hoy en día existen otros cepillos basados en este diseño pensados para otras profesiones o actividades diferentes a la carpintería como por ejemplo el trabajo con pladur y las molduras de escayola.

Por lo tanto a la hora de comprar un cepillo de carpintero tenemos que tener en cuenta algunas cosas, como el tipo de trabajo que vamos a realizar con él:

• El guillame sería una de las versiones más tradicionales, en los que la cuchilla es más ancha que la parte de agarre. Su principal uso es para hacer ranuras sobre madera.
• La garlopa. Es un tipo de cepillo de carpintero normalmente más grande y con un mango, pensado para alisar superficies bastas de madera.
• Garlopín o semigarlopa. Lo mismo que el anterior pero de unas dimensiones más reducidas.

En cuanto a su uso, aquí haremos una puntualización. Los cepillos de madera vienen con una cuchilla, los cepillos para yeso o escayola, denominados más comúnmente escofinas en vez de una cuchilla tienen una superficie que suele ocupar toda la base de la herramienta, cubierta de "dientes" cuya función principal es más parecida a la de una lima.