Las chimeneas calefactoras son una solución práctica como chimenea decorativa y de apoyo a otros aparatos calefactores de nuestra vivienda. La gran ventaja de poder instalarla como equipo independiente de calefacción o en combinación con otros equipos como calderas de gasoil o gas natural hace que su instalación sea muy común, sobre todo cuando el precio del gasoil o del gas natural es muy alto en comparación con el de la madera. Otro de los puntos importantes que una chimenea calefactora nos ofrece es el acogedor calor que genera dentro de la estancia, un calor muy diferente al que producen los otros equipos de los que hablamos.

Además, algunos modelos de chimeneas calefactoras son capaces de producir agua caliente sanitaria, la transferencia de calor se realiza mediante un serpentín interno de cobre, esto es ideal por que ante un fallo de corriente prolongado o aquellas épocas en las que queramos prescindir totalmente del uso del gasoil podemos abastecer nuestra vivienda de agua caliente.

La mayoría de chimeneas calefactoras suelen estar fabricadas combinando hierro fundido y chapa de acero, en algunos casos la cámara de combustión está revestida de vermiculita para incrementar aún más la temperatura en el interior de la chimenea calefactora y por tanto su eficiencia.

Consejos a la hora de elegir una chimenea calefactora:

• Las chimeneas de doble combustión son más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
• Si disponen de serpentín interior puede emplearse para la producción de agua caliente con un depósito de inercia y también como sistema de protección por exceso de temperatura.
• Elija una chimenea calefactora con sistema de cristal limpio, de este modo reducirá el número de veces que tiene que limpiar el cristal de su chimenea, manteniendo su chimenea en perfecto estado de uso.